Su presencia marca la llegada del verano. Para much@s es el rey indiscutible cuando comienza a hacer calor.
Su origen parece ser una receta a base de pan desmigado, aceite de oliva y vinagre, que alimentó a mucha gente del sur, sobretodo a aquellos más desfavorecidos, durante años. A lo largo de la historia la receta ha ido variando, dando lugar a múltiples variedades. La receta más conocida es esta receta de gazpacho andaluz.
Ingredientes para dos jarras de gazpacho
1 kg de tomate maduro (cuanto más rojos mejor)
Media cebolla
1 pepino
Ajo al gusto
Medio pimiento verde
Medio pimiento rojo
1 rebanada de pan duro
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Jerez
Sal
Preparación
En primer lugar lavamos bien todos los vegetales.
Troceamos el tomate, los dos tipos de pimiento, y la cebolla. Pelamos el pepino y lo troceamos también.
Ponemos los ingredientes troceados en el recipiente en el que vayamos a batir.
Incorporamos el ajo, la sal y el vinagre. Mi consejo con estos tres ingredientes es que vayáis añadiendo de menos a más. Siempre estaréis a tiempo de rectificar y añadir más si os quedáis cortos. Por el contrario si os pasáis... seguramente echéis la sopa a perder aunque un truco puede ser añadir más agua aunque también se perderá el sabor del resto de productos.
Incorporar la rebanada de pan duro, que previamente habremos remojado en agua.
Añade agua bien fría.
A partir de aquí sólo quedará batir. Conforme se vaya batiendo la mezcla ves probando por si hiciera falta ir añadiendo algo más de alguno de los ingredientes que hemos comentado. Otro consejo es que dejéis la mezcla un poco por debajo de la potencia de sabor que os guste ya que al reposar en la nevera hasta el día siguiente suele potenciarse el sabor.
Una vez batido colar si queréis una sopa más fría. Reservar bien tapado en la nevera y al día siguiente (o el tiempo suficiente para que se enfríe bien) estará perfecto para su consumo.
Se puede tomar con cuchara, acompañado de vegetales bien picados o picatostes o simplemente beberlo.