¡Vacaciones! (al menos escolares) y calor, mucho calor. El tema Frozen (literalmente, “congelado”) no va mucho con esta época del año, aunque viéndolo desde otro punto de vista, nos ayudará a refrescar el ambiente.
No quería dejar en el olvido la última fiesta de cumpleaños que tuvimos en casa. Un montón de princesas (todas iban disfrazadas de Anna y Elsa) bien portadas e implicadas en un taller de manualidades, donde realizaron su propia corona customizada con brillos y diamantes y otro de galletas al más puro estilo real.
Cada año, Lucía escoge el tema y yo preparo todo lo mejor que puedo el arreglo para que sea un cumpleaños más especial que el anterior. Sólo tiene 7 años pero recuerda hasta el primero. Será por las fotos, que después de todo, de algo sirven.
Este año decidió que todo tenía que rondar en torno a sus adoradas princesas de la ya conocida película de Disney así que allá me dispuse. Bendito Pinterest que te inspira en momentos de baja creatividad y que te guía a ir haciendo el boceto de lo que quieres que sea la fiesta final. Hice un tablero y pineé todo lo que te puedas imaginar más lo que a raíz de ahí me vino a la cabeza. Puedes verlo y/o seguirlo aquí. Si lo haces ya te habré ahorrado unas cuantas horas de planeación de tu próxima fiesta de cumpleaños.
Todo cumpleaños empieza con el acto de pensar en quienes quieres tener a tu lado celebrando tu día. Este año lo tuve muy fácil. Puedes descargar varios formatos aquí y personalizarlos a tu gusto. Te dice hasta qué tipo de fuentes usar.
Las invitaciones quedaron personalizadas por detrás con el nombre de cada niñas y envueltas en un papel celofán transparente para evitar que se maltrataran.
Modelar una princesa y que el resultado fuera la prima hermana de la princesa, ¡con suerte!, no era opción. Por lo tanto, pensé que el castillo de Elsa con su hielo, sus copitos de nieve y la corona, eran la opción más fácil y más vistosa a final de cuentas.
Para ello hice dos bizcochos dobles de diferentes tamaños, que serían las alturas del castillo. Y con tiempo para que endurecieran, como 5 días antes, me dispuse a cortar tiras y más tiras de fondant blanco con la forma de los picos del hielo. Del mismo modo, con un cortador con expulsor hice muchísimos copos de nieve en varios tamaños y dejé que secaran y se pusieran duros.
Cuando las tiras de fondant blanco ya estaban secas, las pinté. Empecé con pincel pero no me gustaba. Pensé que una esponja sería una opción perfecta y me gustó mucho el resultado. Quería un efecto difuminado que diera el efecto del color.
La corona también la hice con antelación. La corté usando una plantilla de la corona de la princesa en cuestión y la puse sobre un trozo de papel encerado con un poquito de spray desmoldante sobre una botella redonda. Y al aire. Ya con la forma, la decoré con brillantina comestible y bolitas plateadas.
El día antes de la fiesta, forré ambos bizcochos dobles con fondant y con una manga con pegamento comestible (clara de huevo y azúcar) y mucha paciencia fui adhiriendo las paredes al castillo. Cuando ya todo estuvo en su sitio, la rocíe con un spray de color nácar para hacer ese efecto marmolado que ves en la imagen. Por último, teñí un poco de azúcar de azul cielo y la espolvoreé alrededor del castillo.
No hace faltan grandes cosas para hacer felices a las niñas, unos cuantos brillos, purpurina y una corona de cartulina, las entretuvo un buen rato y acabaron todas con unas verdaderas princesas.
Pensé en llevar a cabo todo el proceso de amasado y horneado de galletas con las princesas, pero luego fui a lo práctico. Las galletas ya estaban listas para cuando acabáramos el taller de coronas y lo que hicimos fue decorar con fondant. Estiraron, cortaron y pegaron sus decoraciones personalmente. Metieron sus galletas en bolsas con sus nombres para que se las llevaran junto con la corona a la hora de terminar la fiesta.
Que no encuentras piñata de Frozen o que es muy pequeña o que te cobran una barbaridad por un trozo de cartón, pues compras una de cualquier forma y le pegas la estampa favorita de la niña. La forras con servilleta, un poco de washitape y ¡lista!
Ahora sí, a tu hija se le ocurre que quiere un photocall (¿dónde habrá visto eso?) y no sabes cómo hacerlo. Cortas dos tiras de pórex, dos largas y dos más cortas para los lados. Las unes con cinta aislante y papel para forrar. Recortas letras en goma eva o foamy y pegas algunas pegatinas de las princesas. Y poco más. Que tenga estabilidad para que puedan agarrarlo por los lados y posar con sus props más divertidos.
Para los props, utiliza goma eva y un poco de cartulina. Se dibujan en papel, se recortan y luego se pegan a cartón para darle firmeza. Finalmente se pone un palo pegado a la parte de atrás. De este modo, las niñas lo sujetan y se lo ponen a la altura de la cara. Elsa, Anna, Olaf, Happy Birthday, Let it Snow, y un sin fin de complementos varios (¡con luces a ser posible!): gafas, estrellas, collares, sombreros que hagan el photocall un momento muy muy divertido.
La vela no podía ser cualquier vela roja de supermercado. La vela también tenía que brillar. Así que compré una vela normal, le puse cola y mucha brillantina y dejé que se secara por completo.
¿Y cómo hacemos para que los cupcakes queden también del tono de la fiesta?. La masa es la de vainilla tradicional con un poco de colorante azul. Para el frosting, usé el merengue italiano que bien montado no se baja ni con el calor exterior. Para darle el toque final, agrega algunos copos de nieve de azúcar, bolitas plateadas y más brillantina.
En España es díficil conseguir gelatinas con este color, así que te comparto la idea que tuve para aromatizar la gelatina y que todas disfrutaran del falso hielo en la fiesta.
Ingredientes
1 sobre de gelatina neutra
200 ml de zumo de manzana
3 cucharas de azúcar
200 ml de agua
Pon el agua junto al azúcar a calentar hasta que hierva, removiendo para evitar que se pegue el azúcar al fondo del recipiente. Añade la gelatina y remueve hasta que esté disuelta. Retira del fuego e incorpora el zumo de manzana y las gotas de colorante. Reparte en vasitos, escarchados (mojados con limón alrededor al cual se pega el azúcar blanco) y deja que se enfríen antes de refrigerar. Si observas bien, hay dos tonos de azul en estos vasitos.
La gelatina está hecha dos veces. Fíjate que hay un tono más fuerte abajo, mitad del vaso. Espera que endurezca. Haz la segunda gelatina y cuando esté tibia, añade sobre la anterior. Así se consigue el efecto degradado de estos vasos.
Y por último, la decoración de galletas ya compradas. Recorta fondant en dos colores, redondo y azul para la base y blanco con el expulsor de copos de nieve para el adorno. La guinda del pastel para terminar de crear el ambiente a la fiesta Frozen, donde sólo nos faltó la bufanda para no congelarnos.
Fotos tengo muchas más, pero implica a muchas pequeñas princesas que quiero tener protegidas. La fiesta fue muy divertida y todas se fueron encantadas y Lucía se sintió, una vez más, la verdadera protagonista de una fiesta de ensueño.
Gracias a Emma, África, Lucía, Mariona, Ingrid, Andrea, Carlota y Paula por dejarnos celebrar junto a ellas.