Los pimientos rellenos es un plato que está presente en toda la gastronomía mundial. Su nombre y sus diferentes rellenos difieren, obviamente, según el país en el que se coman. Desde el pimiento morrón de la India relleno de patatas cocida y cebolla, pasando por los dolmas de la cocina otomana, los chiles rellenos de México o el fifil mahshi árabe, etc. Esta vez nos quedamos con nuestros pimientos del Norte peninsular, con la variedad del pimientos del piquillo.
El pimiento del piquillo tiene una forma triangular no muy grande. No es demasiado carnoso y se caracteriza por un color rojo encendido. Es una variedad producida en Lodosa, Navarra y en la mayoría de los casos los encontramos envasados. En estas latas encontramos el pimiento ya asado al carbón y conservado de tal manera que se puede degustar nada más abrir el envase. Hoy, vamos a rellenarlos para degustarlos de una manera distinta. ¿Me acompañas?
Ingredientes
16 pimientos del piquillo
200 g. de migas de bacalao (desalado previamente)
150 g. de gambas frescas
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
400 ml de leche
25 g. de harina (se puede añadir más si se requiere)
Una pizca de nuez moscada
Para la salsa
300 ml de nata (crema de leche) para cocinar
1/2 cebolla
1 diente de ajo
2 cucharadas de ketchup
Fríe la cebolla, picada muy fina, junto a los dientes de ajo hasta que estén pochados. Añade el bacalao en trozos pequeños y da unas vueltas hasta que se haga. Incorpora las gambas, dependerá de su tamaño si quieres trocearlas o ponerlas enteras para el relleno de estos pimientos del piquillo.
Echa la leche y remueve hasta que estén todos los ingredientes integrados. A continuación espolvorea la harina y la nuez moscada y con una cuchara de madera, remueve hasta que empiece a tomar espesor. Retira del fuego y deja que se enfríe antes de rellenar los pimientos.
Rellena cada pimiento con una cucharada grande de las gambas con bacalao.
Para la salsa, fríe la cebolla y el ajo. Una vez pochadas, añade la nata (crema de leche) y deja que hierva. Pon un par de cucharadas de ketchup y pasa por la batidora para conseguir una salsa lisa.
Baña los pimientos rellenos con esta salsa. Si gustas, puedes hacerlos con tiempo y mantenerlos en el frigorífico tapados con un papel film. A la hora de comer, basta con encender el horno y gratinarlos unos 15 minutos. Que los disfrutes.
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