Desde hace mucho tiempo, tengo una máquina para hacer pasta en casa. No creas que es de esos inventos caros que acumulas en algún rincón de la cocina. Es barata, sobre los 40 euros, y no por eso de mala calidad. Cada vez que la uso, los resultados siempre son exquisitos, la masa fresca siempre cumple todos sus objetivos y a los amantes de la harina nos da una sensación total de satisfacción. Tengo entre mis aperos de cocina también, un cortador de raviolis que compré una vez en una cajita preciosa con un libro de recetas y que siempre había querido usar hasta que se me ocurrió combinar lo dulce con la pasta fresca.
Si no cuentas con máquina, la opción es estirar con un rodillo la masa, de manera que consigas una plancha flexible y lisa que se pueda cortar con facilidad. Si tampoco tienes un cortador de raviolis, bastante con un cortapizzas o un cuchillo afilado y un tenedor para cerrar los bordes de ambas capas.
¿Nos ponemos manos a la obra?
Para la masa de los raviolis
100 g. de harina
20 g. de cacao puro en polvo
1 huevo XL
1 cuchara de azúcar glass
Mezcla los ingredientes y amasa hasta conseguir una masa homogénea. Envuelve en papel film y déjala reposar en el frigorífico al menos una hora.
Trufa para el relleno
90 g. de chocolate negro 70%
90 ml de nata (crema de leche) para montar (35% m.g)
Lleva la nata (crema de leche) a ebullición. Retira del fuego y añade el chocolate. Bate enérgicamente con una varilla manual hasta que esté totalmente derretido e integrado.
Deja enfriar y refrigera al menos un par de horas hasta que haya endurecido.
Sirope de chocolate blanco
50 g. de chips de chocolate blanco
50 ml de agua
1/4 de cucharita de vainilla en pasta
30 g. de azúcar
Calienta el agua junto con la vainilla y el azúcar removiendo constantemente hasta que espese sin que se llegue a quemar el azúcar. Retira del fuego y añade los chips de chocolate hasta conseguir una salsa líquida y sin grumos. Deja enfriar.
Saca la masa del frigorífico, sepárala en dos y pásala por la máquina para hacer pasta hasta conseguir una pasta fina. En la primera capa, pon una cucharita (teniendo en cuenta la medida del cortador de raviolis previamente) de trufa que estará fría y dura.
Repite la operación con la otra parte de la masa y pon sobre la primera capa con porciones de trufa. Aprieta antes de cortarlo. Da forma con el cortador de raviolis. Es importante que quede bien sellado para evitar que se salga en la cocción. Salen unos 24 raviolis.
En un litro de agua hirviendo con 2 cucharas de azúcar, hierve los raviolis (en dos tandas) durante 3-4 minutos hasta que se inflen y la masa esté al dente.
Sirve los raviolis y baña con el sirope de chocolate blanco y ¡a disfrutar!.
Espero que tengas un descanso de Semana Santa estupendo. El blog vuelve después de las fiestas con un aire renovado y mucho más ligero y natural de lo que estamos acostumbrados. Te espero en esta nueva aventura.
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