¿Quieres conocer el secreto para cocinar un buen guiso?
Cocinar un buen guiso, es muy sencillo y solo necesitaremos utilizar ingredientes de temporada, combinándolos con caldos y cocinándolos a fuego lento. A continuación te mostramos cómo preparar un delicioso guiso de patatas, alcachofas y mejillones.
Aunque en nuestro blog, encontrarás una gran variedad de recetas de guisos, como: guiso de patatas con almejas, guiso de lentejas.
Ingredientes (4 personas)
3 patatas medianas
3 alcachofas
1/2 kilo de mejillones
100 ml de vino blanco
1/2 limón (para que no se nos oxiden las alcachofas)
1/2 cebolla
1 diente de ajo
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
4 cucharadas de tomate triturado al natural
Pimentón
1 hoja de laurel
Perejil picado
Sal
Agua de la cocción de los mejillones
Caldo de pescado caliente o agua
Aceite de oliva
Preparación
Cortaremos las alcachofas desechando el tallo, la punta y las hojas más duras, cortaremos por la mitad y cada mitad, las trocearemos en 4 o 5 trozos, dependiendo de lo grandes que sean.
Las dejaremos en un bol con agua y el zumo de 1/2 limón.
Lavaremos y picaremos en trocitos pequeños los pimientos, desechando el tallo, las semillas y los reservaremos.
Pelaremos y picaremos la cebolla y el ajo y los reservaremos.
Limpiaremos y lavaremos muy bien los mejillones.
Pondremos una sartén al fuego, añadiremos los mejillones y el vino y dejaremos que se vayan cociendo cubiertos con la tapadera, hasta que se empiecen abrir.
Cuando los tengamos abiertos, los retiraremos del fuego y les quitaremos las conchas.
Reservaremos el caldo colado, de la cocción de los mejillones.
Mientras se van abriendo los mejillones, haremos el sofrito.
Pondremos una cazuela al fuego, con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadiremos las alcachofas previamente escurridas, añadiremos una pizca de sal y dejaremos dorar por ambos lados; en el momento que las tengamos hechas, las retiraremos y las reservaremos.
En la misma cazuela, añadiremos un poco más de aceite, incorporaremos los pimientos y dejaremos que se vayan pochando, agregaremos la cebolla y dejaremos pochar todo junto.
Añadiremos el pimentón y removeremos enseguida, para que no se queme. Incorporaremos el tomate y la sal al gusto y dejaremos que se termine de hacer el sofrito.
Pasados unos minutos, incorporaremos las patatas, previamente peladas, lavadas y chascadas en trozos pequeños, las alcachofas, la hoja de laurel y el agua de la cocción de los mejillones, previamente colado. La cantidad de agua, debe ser suficiente para cubrir un poco más que el volumen de las patatas.
Si veis, que al añadir el caldo de los mejillones, no es suficiente, podéis incorporar caldo de pescado o agua.
Dejaremos cociendo a fuego medio, hasta que las patatas estén cocidas, este proceso tardará aproximadamente 20 minutos. Iremos vigilando que no se queden sin caldo. Aunque en caso que sea necesario, podéis añadir más caldo de pescado o agua.
Cuando falten 5 minutos, para que las patatas estén cocidas, agregaremos los mejillones, el ajo picado y el perejil.
Os aconsejamos que en este momento, probemos su sabor para saber si debéis rectificar el punto de sal.
Podéis dejarlo preparado de un día para otro, así solamente deberéis calentar y servirlo.
¡Espero que os animéis a cocinarlo, ya que es muy fácil y delicioso!
¿Sabes las propiedades nutricionales que nos aportan los mejillones?
¿Eres de las personas que comen poca carne? Entonces debes tener en cuenta, que debes incorporar en tu dieta, los mejillones…¿Porqué?…¡sigue leyendo y lo descubrirás!
Propiedades de los mejillones
Son una fuente extraordinaria de hierro y vitamina B12.
Este nutriente, protege el corazón, el cerebro y dan un impulso a nuestras defensas.
Puedes incluir los mejillones, en sopas, platos de pasta, etc..
Los mejillones, enriquecen la dieta de los más pequeños de la casa, especialmente aquellos que comen poco pescado.
Favorece el crecimiento infantil, el desarrollo mental debido a su porcentaje de yodo.
También interviene en la quema de grasas sobrantes, la producción de energía y muchas otras funciones básicas.
El mejillón es unos de los moluscos más ricos en: potasio, el déficit del cual provoca hipertensión, cansancio y debilidad.
Os aconsejamos que el agua, que usáis para la cocción de los mejillones, la reservéis para reutilizarla en la elaboración de salsas, sopas o paellas, ya que un gran porcentaje de las vitaminas del grupo B, se disuelve en el agua durante la cocción.
No obstante, para seguir este consejo, es importante que limpiéis a fondo las conchas.
Beneficios de los mejillones
Este marisco, posee muy pocas calorías y grasas. Así que es uno de los alimentos que induce a ganar peso.
Son ricos en sustancias beneficiosas para nuestro organismo, como:
Proteínas
Vitamina A, B, C
Sal (sodio, zinco, magnesio, potasio y fósforo)
La ingesta responsable de estos moluscos, aportará a nuestro organismo una gran cantidad de efectos beneficiosos.
Si sufres de anemia o sueles tener niveles bajos de hierro en sangre, es aconsejable ingerir este alimento.
Las sales minerales de los mejillones, combinados con la vitamina B, combaten la fatiga.
Ayudan a regular la presión arterial.
Contienen un alto porcentaje de antioxidantes, que evitan el envejecimiento prematuro de las células.
Aumentan el sistema inmunológico del nuestro cuerpo, debido a su contenido en vitamina C.
Estimulan la memoria.
Protegen nuestro hígado, por su contenido en vitamina B.
Como todos los alimentos, se deben consumir con moderación, ya que el exceso, es perjudicial para nuestra salud.
Propiedades de las alcachofas
Depura tu organismo de forma natural
Introducir las alcachofas a nuestra dieta diaria es una estrategia que mejora la salud.
Los compuestos denominados: cinarina, le proporcionan el sabor amargo a la alcachofa y mejoran la capacidad depurativa del hígado; además, el potasio presente en este vegetal, es el encargado de intensificar el poder de arrastre y limpieza de los riñones.
Esta hortaliza de invierno tiene un marcado efecto anticancerígeno; en concreto, ayuda a prevenir la aparición de tumores en el pecho, el colón y el hígado.
Por su alto contenido en fibra, en esteroles vegetales y flavonoides, esta hortaliza reduce los niveles de colesterol, ayudando a su eliminación y reduciendo su formación.
Agilizan el tránsito intestinal, pues una ración aporta el 100% de la fibra que se requiere al día.
Previene la formación de cálculos en la vesícula biliar y modifica la secreción de ácido biliar.
Las alcachofas también aportan dosis muy generosas de: inulina, entre otros beneficios. Este hidrato de carbono reduce la absorción de azúcares, baja los niveles de glucosa en sangre y alimenta las bacterias que se encuentran en nuestro intestino, favoreciendo las digestiones.
Por lo tanto, introducir este vegetal en tu dieta, es una de las mejores formas de reforzar la flora intestinal, de la cual depende gran parte de nuestra salud; además de ayudarnos a depurar nuestro organismo con las dietas para adelgazar.
Asadas al horno, cocidas al vapor, etc. Constituyen la guarnición perfecta de la carne roja.
Las personas con hepatitis o hígado graso, pueden aliñarlas con aceite de oliva y zumo de limón.
Te aconsejamos, que este invierno, las consumas, para beneficiarte de todas sus propiedades.