El nombre de este post no lo elegí yo, lo hizo mi perra y os explico porque. Generalmente no suelo preparar nada para Halloween pero ver tantas tartas, cupcakes y galletas me hizo pensar en la posibilidad de decidirme a experimentar con el tema.
Como ando escasa de tiempo, hace una semana prepare unas plantillas que encontré por la red y las pase a acetato para preparar unas galletas ( receta aqui )y con ellas una casita. Una vez hechas las galletas a ratitos fui texturizando el fondant y cubriéndolas con este y por ultimo ayer sábado me disponía a preparar la glasa para unir las piezas cuando vi salir a la perra relamiéndose.
De momento no caí en la cuenta pero, cuando vi que me había dejado la puerta abierta de la habitación donde las tenia sobre una bandeja que estaba a su alcance lo tuve claro, eche a correr y efectivamente esto fue lo que me encontré, la base sin una parte, el tejado también mordisqueado, faltaban dos partes de la chimenea y alguna de las paredes estaba dañada.
Decidir entre matarla o no fue todo un dilema, di un respiro y analice la situación, no pudo resistir la tentación, la pobre es muy glotona y el olorcillo de las galletas de vainilla, del fondant de chocolate y del fondant de azúcar superan a cualquiera, así que fue perdonada.
Cuando estaba a punto de tirar todo a la basura, se me ocurrió la idea de hacer una casita de Halloween en ruinas, no nos la podríamos comer pero por lo menos podría publicar este post, así que me puse manos a la obra nunca mejor dicho, porque coloque la glasa para unir las galletas con el dedo, tuve que hacer ladrillos de fondant para tapar agujeros de los laterales, el techo fue cubierto de glasa en forma de tela de araña y así poco a poco fui dando forma a esta ruina de casa.
Una vez montada la estructura y antes de colocar las telas de araña, matice con colorante en polvo negro y marrón chocolate las pareces y tejado de la casa y la puerta y restos de chimenea por el interior con el fin de darle un aspecto mas envejecido si cabe.
Para disimular las juntas con el suelo, hice con la misma glasa un césped que rodease la casa y corte unas minúsculas florecillas y prepare unas calabazar para darle algo mas de color al conjunto.
La glasa para las telarañas estaba a punto de pico y tuve que estirar delicadamente para dejarlas caer y que se sujetasen en los distintos puntos de apoyo
Una vez secas, también las pincele con colorante en polvo negro
La casita no nos la hemos podido comer, pero por lo menos yo me entretuve un buen rato acabándola y aunque no era lo que tenia en mente al inicio finalmente así es como quedo.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado. Espero que os haya gustado, yo después del enfado, disfrute mucho con ella, eso si, la perra esta castigada durante un mes sin chocolate.
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