Que este año se ha alargado un mesecito más. Normalmente terminado Mayo ya no suelo comprar más fresas porque las que llegan ya no están muy allá. Pero este año desde que mi madre me trajo unas de Aranjuez, con las que hice este delicioso bizcocho, hemos prolongado la temporada un mesecito más.
Y es que hemos descubierto una frutería en Aranjuez, que las tiene de cosecha propia de la huerta de allí, que se cultivan bien durante algo más de tiempo, que están deliciosas y que son fresas fresas, pequeñas y sabrosas.
Aunque para ellos son fresones, porque las fresas de la zona son las chiquititas, que en otros sitios dicen silvestres.
Pues parte de esta última caja la hemos utilizado para experimentar haciendo helados, sanos y deliciosos para mi peque y que además pueda comerlos yo. ¿Qué más se puede pedir?
A Lucía le han encantado y yo estoy como loca de poder quitarme el gusanillo de comer helado.
No puede ser más sencillo hacerlos, no hemos tardado más de cinco minutos y además los niños pueden participar en la elaboración y se lo pasarán en grande.
Deliciosos, refrescantes para estos días de verano, sanos y una opción divertida y estupenda para que los niños coman frutas.
Y además se preparan en no más de cinco minutos
Ingredientes:
Con las poleras que yo tengo me salieron 10 unidades.
?450 g de fresas lavadas y limpias.
?1 cup (180g) de leche de coco
?¼ cup de sireope de arce
?Una pizca de sal fina.
Elaboración:
Ponemos todos los ingredientes en la picadura/batidora que tengamos y trituramos y mezclamos hasta que no queden trozos.
Rellenamos los moldes y metemos en el congelador hasta que estén sólidos, unas seis horas.
¿Fácil no? ¡Pues a disfrutarlos!