¡Qué sería del verano sin los helados! Y aunque reconozco comer helados todo el año, en verano tienen otro sabor. Son testigos de momentos inolvidables, de risas y por qué no de alguna declaración... Y hasta ahí llego a contar... Maridoooooo, quedate tranquilo que no conté nada! jajaja
Y ahora la vida me encuentra siendo trimadre y convertida en una experta heladera! Todo sea por tener a los niños entretenidos elaborando helados y pegados al congelador esperando que estén listos con la tranquilidad de saber que comerán algo sano, natural y delicioso.
En esta ocasión los helados fueron sabor kiwi, pero qué te voy a explicar que no sepas, tenía la nevera repleta de kiwis y mis hijos negados a comerlos. Pero puedes utilizar la fruta que desees, melocotones, fresas, piña...Hay vía libre!!
Ven, acompáñame, que los niños poco saben de esperas....
Elaboración
- Pelas los kiwis y los trituras. Reserva una rodaja de kiwi para cada helado.
- Hierves el agua y añades el azúcar. Mezclas. Una vez que haya bajado un poco la temperatura,
- Agregas el zumo de limón y los kiwis triturados al jarabe.
- Bates bien toda la mezcla.
- Colocas una rodaja de kiwi en cada molde y luego rellenas con la preparación.
Si no tienes moldes para helados, puedes utilizar pequeños vasos desechables de plástico.
. Ahora sí los colocas en el congelador/freezer.
. Pasados 30 minutos agregas los palos de helados para que queden centrados.
. Luego dejas que se terminen de congelar hasta que al tocarlos estén bien duros.
. Para desmoldar, déjalos a temperatura ambiente unos minutos, y si tu familia es tan ansiosa como la mía, pásalos por el grifo, sin mojar el contenido.. ;)
¡Los helados ya están listos!
¡No olvides que sean testigos de un momento especial!