Hoy os traigo este postre dulce típico de León, originalmente son cuadrados, pero solo encontré masa de hojaldre en redondo, y al hacerlos redondos se desperdicia menos masa de hojaldre. Están buenísimos mejores si se comen un día después de hacerlos, ya que si los comes justo después de hacerlos están demasiado pringosos.
Ingredientes:
- 2 laminas de hojaldre rectangulares
- 500 ml de agua
- 500 g de azúcar
- 3 cucharadas de miel
- 1 chorrito de zumo de limón
Preparación:
Ponemos las dos láminas de hojaldre (muy frías) una sobre otra, y hacemos rectángulos del mismo tamaño con ayuda del cortador de pizzas, vamos poniendo los rectángulos sobre una bandeja de horno con papel encerado, dejando separación entre ellos.
Con un descorazonador de manzanas realizamos un agujero en el centro, la masa que nos sobre de los agujeros la podemos utilizar para preparar unas ricas palmeras.
Metemos los hojaldres al horno precalentado a 180ºC y lo sacamos cuando hayan subido y estén doraditos, cuidado con abrir la puerta del horno ya que se bajarán.
Una vez fuera del horno reservamos mientras preparamos el almíbar.
Ponemos un cazo al fuego con el agua y el azúcar, y removemos hasta disolver el azúcar, posteriormente añadimos la miel y el zumo de limón y seguimos removiendo hasta que el almibar espese un poco.
Una vez listo bañamos cada rectángulo en el almíbar teniéndolo un minuto dentro.
Y dejamos secar sobre una rejilla.
Gloria.