Son típicos dulces de Navidad parecidos al hojaldre, su nombre ya lo dice... No las había hecho nunca, pero mirando por internet, la receta se repite una y otra vez, lo que cambia es la forma de estirar la masa. Así que he decidido no complicarme mucho por ser la primera vez y estirarla tal cual, sin dobleces.
Os diré que no me han salido mal, están muy buenas y hojaldradas por dentro.
Ingredientes:
- 250g de manteca de cerdo a temperatura ambiente
- 1 cucharada sopera de azúcar
- 370g de harina normal
- 50 ml de vino blanco
- ralladura de 1 naranja
- zumo de 1/2 naranja (50 ml)
- una pizca de sal
- azúcar glas para rebozar
Mezclamos la cucharada de azúcar con la manteca y batimos. Añadimos la ralladura, el zumo, la sal y el vino. Mezclamos, aunque no se integrará del todo.
Añadimos la harina poco a poco.
Se formará una masa pegajosa, muy pegajosa, como en la foto.
No importa, la ponemos en un plato, la tapamos con film transparente y la dejamos en el frigorífico hasta el día siguiente.
Precalentamos el horno a 170º.
Ponemos bastante harina en la encimera y extendemos la masa con el rodillo, la doblamos hacia adentro en tres partes, como en la foto.
Y la volvemos a estirar con el rodillo a un grosor de 1 cm o 1 cm y 1/2, según nos gusten de gruesas.
Con el corta pizzas enharinado, hacemos cuadrados o rectángulos con cuidado.
Los ponemos en una bandeja con papel de horno debajo.
Los horneamos con calor arriba y abajo y en la parte media del horno a 170º durante 30 - 35 minutos. Sacáis una y la partís para ver si están hechas, pues ya sabéis que el tiempo es muy relativo,depende de cada horno. Yo puse la rejilla encima y coloqué un papel aluminio encima para que no se doraran demasiado por arriba.
Quedaron muy hojaldradas.
Una vez frías las rebozáis con azúcar glas. Dejáis que se enfríen totalmente, las mías estaban aún templadas y se les derritió el azúcar un poco
¿¿Os apetece una??, ¡¡Están deliciosas!!