Ya estamos en el último fin de semana del mes y, como de costumbre, venimos a mostraros el resultado de nuestra fechoría como parte del grupo de mangantes que forman El Asalta Blogs :).
Mira que desde principios de mes conocíamos a nuestra víctima, Ïa Casares de El Caldero de Nimuë, pero no hay manera, sin saber cómo siempre acabo haciéndolo todo el último día... Y aquí me tenéis, a la 1 de la madrugada intentando escribir algo coherente (perdonadme si no lo consigo, pero es que hay que cumplir con la pandilla y servidora odia ponerse el despertador los domingos...).
Lo mejor de todo es que el robo lo cometí algunos días antes. Bueno, más bien el pasado domingo por la tarde cuando, tras pasar un tranquilo fin de semana en casa por que estábamos medio pochos, me di cuenta de que este era el último fin de semana de febrero. No me lo podía creer, otra vez iba a ser una cronoyonki...
Así que me di una buena vuelta por su cocina aprovechando que ella no estaba en casa y rebusqué por todos los cajones y armarios. Os aseguro que tiene un montón de recetas riquísimas, me habría llevado todas, pero al final conseguí centrarme y me llevé estas dos recetas que me encantaron: un chana masala con patata y unos deliciosos huesitos caseros.
Mi idea inicial era hacer el plato hindú, pero la semana se me complicó y sabía que el sábado lo íbamos a pasar en el hospital visitando a mi suegro, así que lo descarté para este reto (pero me la he quedado para hacerla otro día) y pasé a mi plan B, los huesitos caseros.
Si os animáis a hacerlos os recomiendo que sea cuando se acerque el verano y todas las tiendas estén llenas de obleas para los helados de corte, por que menuda odisea pasé el viernes por la tarde para encontrarlas jajaja. Entre la tormenta que cayó y que me miraban como las vacas al tren cuando les preguntaba por las obleas, casi desisto tras el tercer supermercado.
Y al final las encontré en el último sitio donde se me habría ocurrido entrar a preguntar por ellas (aunque al cocinillas fue el primero que me dijo cuando le comenté que iba a preparar esta receta) ¡en la tienda de alimentación de los chinos del barrio! Casi abrazo a la dependienta cuando me dijo que sí tenía, menudo subidón me dio jajaja.
Y de esta receta poco hay que decir... ¡está espectacular! El único cambio que he hecho sobre la original ha sido mezclar dos tipos de chocolate para la cobertura para darle un toque un poco más fuerte. Quizá no sabe tanto como el original pero os aseguro que está igual de rico, sobre todo si sois adictos al chocolate jeje. Y las obleas se reblandecieron enseguida, así que me queda pendiente repetirla cuando se acerque el verano ;).
La verdad es que era una de las recetas que llevaba tiempo queriendo hacer, así que fue toda una suerte encontrarla en el blog de Ïa. Además, son de las que repites más de una vez por lo fáciles y ricas que están.
Muchísimas gracias por dejarnos entrar en tu cocina Ïa, ha sido todo un placer pasear por tu cocina, disfrutar con tus viajes y robarte algunas recetas ;).
Ingredientes (para 15 unidades)
1 paquete de obleas para helado (20 obleas)
75 gr. de almendras crudas
100 gr. de crema de cacao
125 gr. de chocolate fondant para postres
125 gr. de chocolate fondant intenso para postres (64% de cacao)
100 ml. de leche semidesnatada (aprox.) Preparación
Comenzamos moliendo las almendras con la ayuda de una picadora hasta conseguir un polvo. Procura que no queden trozos grandes para que las obleas se peguen bien al relleno.
Mezcla las almendras molidas con la crema de cacao hasta conseguir una masa uniforme.
Y comenzamos a montar nuestros huesitos. Unta un poco del relleno sobre una oblea procurando llegar hasta los bordes, añade otra oblea encima y repite el procedimiento. Lo tendrás que hacer una vez más y, por último, añade una cuarta oblea como tapa.
El resultado será este: cuatro capas de obleas y tres capas de relleno. Repite estos pasos hasta finalizar el paquete de obleas.
Mételos en el frigorífico 30 minutos para que el relleno se asiente y las obleas se peguen bien. Pasado este tiempo, córtalos en tres trozos con la ayuda de un cuchillo de sierra. Procura que sea un corte rápido y firme para que no se rompan las obleas.
En un cazo a fuego lento derrite el chocolate. Añade leche poco a poco hasta conseguir la consistencia que más te guste para cubrir los huesitos.
Con la ayuda de dos tenedores o unas pinzas mete los huesitos uno a uno en el chocolate y dales vueltas con cuidado hasta cubrir todos los bordes.
No te olvides de escurrir un poco el chocolate sobrante antes de sacarlos del cazo.
Colócalos sobre una bandeja o plato cubierto con papel vegetal para cocinar y mételos aproximadamente una hora en el frigorífico para que el chocolate se seque.
Pasado este tiempo ya estarán listos para comer :).
Te recomiendo que no los dejes mucho tiempo más ya que la galleta se reblandecerá y el chocolate se agrietará, como me pasó a mi con algunos.Los puedes guardar en una caja de lata para que se conserven mejor.