Ya llevo unos cuantos meses con el blog y en numerosas ocasiones he mencionado a mi hijo - la razón de esta iniciativa "SIN HUEVO". Pues en mi vida también tengo a otro ser diminuto de casi 10 meses que me llena de amor desde el día que la vi. Ahora está como todo bebe echando los dientes y más bien parece un perrito mordiendo lo todo como si fuera un hueso. Así cuando vi la publicación de Marialunarillos no dude un solo segundo que esta receta era perfecta para ella. La probé de inmediato y como no, le han encantado así que aquí dejo estos ricos huesitos de pan no tanto por el ambiente de Halloween sino por mi mini chucho con la idea de hacer estos días de molestias más llevaderos.
Ingredientes:
15g de levadura fresca
120ml de agua
150ml de leche
40g de aceite de oliva
5g de sal (una cucharada rasa)
5g de miel (una cucharilla)
500g de harina de fuerza
Como ya os comente en la entrada de Pan de queso para trabajar dibujos es mejor hacerlo con masa más dura. Así ha sido esta aunque el resultado es algo entre pan de leche y pan de Viena. A los niños les encantara ya que es súper tierno, a los mayores también porque mi marido ha encontrado el truco de abrirlos y rellenarlos de nocilla y en este caso hasta el perro ha pillado su ¨hueso¨.
Empezamos haciendo el pre fermento deshaciendo la levadura en 100ml de agua templada y añadimos 100g de harina. Mezclamos bien haciendo una pasta especita y la dejamos reposar tapada hasta que doble su volumen. Una vez haya crecido le añadimos el resto de ingredientes - la leche, el resto de agua, sal, miel y por último la harina. Dos cosas - si añadís toda la harina de golpe se os hará una pelota muy dura y muy poco manejable. Yo en estos casos uso la espátula para ir cortando la masa. Si sois muy nuevos en esto del amasado podéis hacer dos cosas - una es ir incorporando la harina poquito a poco y dejar que la masa vaya absorbiendo la harina. Dos - añadir toda la harina de golpe, amasar un poco y una vez tengáis la bola grumosa separar en dos partes iguales, hacer dos rollos y empezar a cortar con la espátula. Lo que hay que hacer es algo similar al loncheado, cortar la masa en trisitos muy finos unas cuantas veces de punta a punta en cada rollo. Con esto conseguiréis que la masa quede bien compacta y muy fácil de amasar. Veréis que empieza a estar mucho más lisa y homogénea. Por último la acabamos amasando con las manos (sin harina, no se pega) un buen rato, boleamos y dejamos reposar hasta que doble su volumen en un bol tapado con un poco de aceite en el fondo. En la receta original han usado otro método de amasado pero yo suelo ir a lo rápido además que si sois de perderos entre harina como es mi caso es toda una experiencia ya que luego es una de las masas mas agradecidas para dar forma. Si tenéis algo de imaginación podéis sacar todo tipo de formas, animales o lo que más os apetece y pasar un rato divertido con los niños en la cocina.
Para hacer los huesitos volcamos en la encimera la masa y la doblamos en tres apretando para sacarle todo el aire de la fermentación. Cortamos raciones (entre 12 que serian 12 huesos grandotes y 24 para formas más pequeñas) y empezamos a formar un rollo con la ayuda de las manos. Cuando tenga el grosor de un dedo aproximadamente cortamos las puntas con la ayuda de unas tijeras y enrollamos. Os dejo una foto para visualizarlo mejor. Dejamos reposar media horita en una bandeja tapados. Precalentamos el horno y una vez pasada la media hora horneamos (preferiblemente sin aire) a 220 hasta que estén dorados. Podéis espolvorear harina antes de hornear o pincelar con leche.