Hace muchos años probé una vez este plato. No sabía que se llamaban "huevos escoceses", lo que si recuerdo es que me costó Dios y ayuda acabarlo, porque estaban hechos con huevos de gallinas, y con una capa de carne muy gruesa, con lo cual, te comías uno y estabas lista hasta el día siguiente.
Hoy los he repetido, pero en formato mini, con huevos de codorniz y una capita más fina de carne y nada que ver con los anteriores. A ver, que seguro que hay gente que prefiere la receta con huevos de gallina, pues muy bien, las dos opciones son igual de ricas, peo si no quieres reventar mientras te los comes, yo os recomiendo esta alternativa.
No sé cual es el origen del nombre, por lo que he leído por ahí, en Escocia no saben que existe un plato con este nombre, pero sea cual sea su origen es un plato muy rico y que es conveniente acompañar con algo ligerito, una crema o una ensalada.
La receta original, se prepara con carne de salchichas frescas, yo lo he hecho con carne picada de cerdo. Incluso con carne de pollo quedan divinos.Vosotros elegís.
INGREDIENTES:
Para seis huevos
6 huevos de codorniz
180 gr de carne picada de cerdo
sal y pimienta
1 ajo pequeño
unas hojitas de perejil muy picado1 huevo batido y pan rallado para rebozar.
PREPARACIÓN:
Ponemos a cocer los huevos en abundante agua con sal durante unos cinco minutos, cortamos la cocción metiendo los huevos en agua fría para poder pelarlos bien. Los reservamos.
Sazonamos la carne picada con sal y pimienta un ajito muy picado y unas hojitas de perejil fresco y cogemos porciones de unos 30 gramos mas o menos.
Aplastamos las porciones hasta tener un tamaño aproximado de la palma de la mano, colocamos un huevo pelado en el centro y cerramos dando forma de pelota.
Las pasamos por pan rallado, huevo batido y de nuevo pan rallado y las freímos en abundante aceite a fuego no muy fuerte para que se vaya haciendo por dentro la carne pero no se nos dore en exceso por fuera.
Servimos con un poquito de alioli o salsa de tomate frito.
Cocemos los huevos, con 4 o 5 minutos basta.
Cogemos la carne sazonada y aplastamos hasta tener un tamaño aproximado de la palma de la mano.
Ponemos el huevo en el centro.
Y cerramos la carne alrededor del huevo dando forma de pelota.
Hacemos todas las pelotas y ponemos el aceite a calentar.
Las pasamos por pan rallado.
Luego por huevo batido y después otra vez pan rallado.
Las freímos despacito para que se hagan bien por dentro y se doren por fuera.
Un entrante exquisito.
A mi me encanta con alioli o tomate frito, y se comen igual fríos que caliente.