Que bueno que es el ajo! o no? la verdad que si para este momento están acá y no son fanáticos del ajo es para señalarles la puerta de salida imaginaria y decirles “no vuelvan más!”
Pero está bien, no todos podemos ser fanáticos de todo todo el tiempo. Hay diferencias y hay gente a la que no le gusta el ajo. (señala puerta de salida)
Para el resto de ustedes seres terrestres con buen gusto, Paulina les trae una leche de ajo. No Marta, no es para el café. Tampoco se ordeña al ajo, Carlos, no te hagas el vivo.
La leche de ajo es una maravilla de la vida, es ajo listo y picadito para cada comida.
(Lean lo que viene a continuación con voz de publicidad de Sprayett)
Olvídese de picar ajo por meses! Evite tener olor en la manos por más tiempo! Pase más tiempo con su familia! Sea más feliz! Salve su matrimonio!
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sobre esta receta fabulosa de leche de ajo
¿Entienden la magnitud de esta maravilla? ¿se dan cuenta ustedes que esto es uno de los mejores inventos de la humanidad?
Les va a encantar esta leche de ajo y además les va a resolver muchísimo las comidas. El ajo es una belleza de condimento y tiene muchísimas propiedades buenísimas. Así que incluirlo en las recetas de todos los días siempre viene bien.
Las cantidades de la receta son para más o menos dos frasquitos pequeños, que igual duran unos buenos meses en la heladera porque se va usando de a cucharaditas.
Les recomiendo que los frascos que vayan a elegir tengan una buena tapa, así no se pierde el sabor ni se contamina nada en la heladera. Si los pueden esterilizar antes de usar es ideal, y si no los lavan bien y los limpian con alcohol.
El vino blanco no tiene que ser una cosecha del ’83 que heredaron de su abuelo, pero tampoco un tetra de caja. Algo intermedio va genial y le da más calidad a nuestra leche de ajo.
La hacen por favor, la prueban, la regalan, la ponen en un altar y le prenden una velita porque es una maravilla!
Saludos y hasta la próxima
Juanita
Asistente
Ingredientes
para dos botellitas
3 cabezas de ajo
medio litro de vino blanco
Receta de leche de ajo
la magia de la cocina
Lo primero que vamos a hacer es separar los dientes de cada cabeza de ajo, y los vamos a mantener separados por ahora.
Vamos a pelar cada ajo (si, es una tarea molesta, pero no lo tienen que volver a hacer en meses!). Para pelar los ajos pueden buscar alguna técnica modera o hacer como hago yo en el video: aplasto el diente con una cuchilla, retiro la cáscara y a mi me gusta partirlos a la mitad y sacarles el brotecito del medio.
Tomamos los dientes de una cabeza de ajo y los vamos a picar. Pueden usar la maquinita pica ajo como la que se ve en el video, o pueden darle uno por uno con el cuchillo.
Las dos cabezas restantes las vamos a meter adentro de una licuadora y le vamos a agregar el vino. Lo vamos a batir hasta que quede bien suave, como cuando hacemos un licuado o un jugo.
Ahora preparamos las botellas para nuestra leche de ajo. Pueden hacerlo en una botella grande o en dos pequeñas como hice yo. En cada una ponemos la mitad del ajo que habíamos picado al principio. Cuando esté bien distribuido agregamos con un embudo el jugo de ajo que licuamos. Tapamos el frasco y ya está!
Para usarlo, lo sacan de la heladera y le mandan el clásico “Agitese antes de consumir” y le ponen una cucharadita a la preparación que estén haciendo y ya está chicos!
Miren esta belleza
quiero casarme con la leche de ajo
Fuente: este post proviene de Paulina cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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