Así que hay que ir buscando formas de refrescarse para sobrellevarlo.
En el caso de la comida pasa igual. Hay que preparar nuevos platos, fresquitos, ligeros y que nos ayuden a refrescarnos.
Aquí podéis ver algunas de las recetas que no faltan en casa en verano y a las que iremos añadiendo muchas más cada semana.
Y también tener a mano bebidas refrescantes que hagan que no nos deshidratemos, ni deshagamos con las altas temperaturas.
La limonada debe ser una de esas bebidas de siempre que no creo que falte en ninguna casa. Fresquita, refrescante y saludable, ¡qué más se puede pedir!
Pues como ya sabéis que soy una adicta a las fresas, yo le he pedido a mi querida limonada, que sepa a fresa. Y esto es lo que ha salido
Deliciosa y menos ácida que la tradicional, ésta limonada de fresas no os dejará indiferente, tiene el equilibrio perfecto entre la dulzura de las fresas y el ácido de los limones. Si os gustan las fresas, pasará a ser uno de vuestros imprescindibles para el verano.
¿Qué un poco tarde ya para las fresas? Pues casi casi, se nos acaba la temporada sí, y ya llegan pocas. Yo todos los años, desde mediados de Mayo voy haciendo acopio de ellas en el congelador; enteras (ya limpitas) o trituradas, listas para preparar en un pis pas unos nutritivos smoothies, batidos, helados… durante todo el verano.(recetas de batidos, smoothies y zumos)
La podéis tener lista en el frigorífico, se conserva muy bien durante unos tres días, y servirla al gusto de cada uno en casa, más o menos diluida con agua o cubitos y en función de lo intensa de sabor que le guste a cada uno.
Normalmente la preparo con limones directamente. En esta ocasión he utilizado una limonada con jengibre, que me vino en la caja QuéBox gracias a Qué puedo comer, y que es 100% natural, sin burbujas, sin colorantes ni conservantes, sin aromas artificiales, ni azúcares refinados.
Vamos allá con nuestra bebida refrescante y cargada de vitaminas.
Ingredientes para unos 6 vasos:
?4 cups de fresas (unos 570 g)
?2 limones grandes o 250 ml de limonada natural
?3/4 cups (unos 140 ml) de miel o sirope de arce, o al gusto, según la prefiráis más o menos dulce en función del amargor del limón. Si usáis la limonada natural preparada y viene edulcorada, echad sólo ½ cup de miel o sirope
?5 cups de agua (1200 ml, 950 si usáis la limonada en vez de los limones)
?Hielo para el momento de servir
?Menta, rodajas de limón y fresas, para decorar
Lavamos bien las fresas y escurrimos.
Podéis usar fresas congeladas, directamente si vuestro robot pica bien el hielo o dejándolas descongelar.
Lavamos los limones, los cortamos en cuatro cuartos y quitamos bien todas las pepitas.
En el vaso de la batidora o el robot de cocina que tengamos, echamos las fresas, los limones (o la limonada), la miel o el sirope, la mitad del agua y trituramos todo bien a máxima potencia.
Si no queréis encontrar ninguna pizquita, pasamos el zumo por un colador. Yo no suelo hacerlo.
Añadimos el resto del agua al gusto, más menos, en función de que os guste más menos líquida o más menos ácida, lo que también podéis corregir con la miel o sirope.
¡Lista!
Sólo queda servir bien fresquita, con unos cubitos de hielo, unas hojitas de menta, una rodajita de limón, fresitas troceadas, o lo que se os ocurra.