No podía dejar pasar más tiempo sin subir la receta, tenía las fotografías guardadas y cada vez que abría el ordenador se me quejaban por estar ahí paradas.
No creáis que es fácil ponerle condimento a las couquilles, tiene su tema aparte, se vuelven más húmedas y eso puede hacer que el macaron no nos quiera salir.
Si, son así de puñeteros, los que ya habéis probado de hacerlo lo sabéis perfectamente, pero no por eso vamos a desistir en probar cosas nuevas y añadir sabores nuevos a las couquilles me encanta.
Normalmente cuando empiezo a añadir un ingrediente nuevo y no se como va a reaccionar mi querido amigo macaron siempre añado 5 gr. Lo normal es de eso a 10 dependiendo de la intensidad del sabor que quieras, pero para la primera vez 5 gr para ver como se comporta nuestro macaron será genial.
Tengo que confesar que me lié la manta a la cabeza y creo que me pase de los 5 gr jajajaja, pero muy poquito.
Ingredientes:
65 gr claras de huevo
65 gr de harina de almendra
110gr de azúcar glas
20gr de azúcar blanco
3 galletas oreo (es decir, coge 2 galletas orea, separalas, quitales la crema, ahora tienes 4 galletas sueltas verdad? pues coge solo 3, la cuarta para que la degustes ya mismo)
Reservar la crema de las galletas
¼ tsp de albúmina
Tamizamos la harina de almendra con el azúcar glas y las galletas oreo, las veces que sea necesario hasta que quede un polvo fino. Yo lo paso por la picadora 15 segundos, remuevo, pico 15 segundos más y después tamizo dos veces.
Reservar.
En un bol aparte pondremos las claras de huevo con la albúmina y empezaremos a batir para montar el merengue.
Montar a velocidad baja para que coja aire (se creen las burbujas) y cuando haya muchas le añadimos el azúcar blanco, subimos un poco más la velocidad y así progresivamente para compactar las burbujas de aire que ya hemos cogido.
Hemos de crear un merengue fuerte (como una espuma de afeitar) pero no seco, lo suficientemente estable y duro como para poder trabajar con el él macaronage tranquilamente.
Esta vez no añadiremos colorante para que las pizquitas de galleta se vean bien, queda precioso.
EL MACARONAGE
Añadimos al merengue la mezcla de almendra en dos veces.
Iremos con una espátula dura, haciendo movimientos envolventes para ir mezclando el merengue con la almendra, movimiento envolvente, movimiento de abajo arriba, envolvente, abajo arriba y así sucesivamente.
Ya veréis que empiezan a formarse como bolas imposible de que se deshagan, vosotros seguir que si lo harán.
Cuando ya casi se haya integrado la almendra añadiremos el resto de la mezcla de almendra y volveremos a nuestros movimientos de macaronage hasta que se haya integrado el todo y quede una masa granulosa.
A partir de ese momento iremos haciendo solo movimientos envolventes y cada 2 o 3 movimientos iremos levantando las espátula para comprobar como cae la mas en el bol.
Tiene que caer de una manera densa y seguida pero que se vaya cortando la tira cada( mas o menos) unos 3 segundos.
Eso es el punto lava, ese es el momento en el que tenéis que rellenar la manga pastelera, preparada con la boquilla redonda número 12.
Cuando dominéis el punto lava atreveros a dar un par de vueltas más a la masa buscando el punto cinta (cuando la masa al caer no se corta pero aun es densa) ese es el punto correcto pero para ello tenéis que dominar el punto lava ya que si os pasáis de cinta se os quedara la masa líquida y los macarons no os saldrán.
Escudillar los macarons en vuestra bandeja de horno con la manga pastelera perpendicular a 90 grados, no los hagáis muy grandes, yo cuento hasta tres mientras aprieta la manga para que más o menos salgan iguales.
En la bandeja de horno recordar poner papel de horno, silpat o teflón (mi favorito) según el material que utilicéis cambiara el aspecto del pie del macaron, aunque ese no sea el único motivo.
Dejamos secar el macaron, esto puede llevar de 1 a varias horas según la humedad del ambiente, tener paciencia. Tener en cuenta que no es la receta de macarons sola lleva galleta y puede que tarde más en secar.
El macaron ha de crear una capa entre fina y gruesa a la que el dedo no se pegue, ya veréis que el macarons asa de brillante a un color mate.
Una ve secos los horneamos a 150 grados unos 13 -14 minutos.
Esta es la referencia básica del horneado pero según el horno puede variar la temperatura y el tiempo, probar sin miedo hasta que encontréis vuestro punto.
Pegaros al horno para ver el proceso y apuntar lo que pasa en cada minuto de horneado, os aseguro que os servirá de mucho para controlarlos.
Una vez pasado el tiempo abrir la puerta del horno y tocarlos, casi no se mueven o se mueven? Ya están listos, sacarlos del horno y deja que se enfríen en la misma bandeja del horno, así acabara de sellarse la base de las coquilles.
Cuando estén fríos, solo entonces, con mucha delicadeza despegarlos de la base que hayáis utilizado, cuanto mejor hechos están, menos cuesta despegarlos, si se pegan les faltaba un minuto más de horneado, apuntalo para la siguiente horneada.
Guardarlos en un recipiente hermético y a la nevera 24-48 horas para que adquieran la verdadera textura del macaron.
Probar uno, solo uno, ya veréis que estan deliciosos!
SSShhhhhhhh es un secreto!!! yo siempre los horneo impares para tener la excusa perfecta jejejeje, no hay quién se niegue a entender que los pruebe.
De relleno tenéis infinidad de cremas para probar y la ideal es una crema de queso con galletas oreo, pero esta vez como las lleve a una visita familiar y no me arriesgo con las cremas que necesitan nevera, hice una buttercream clásica:
250 mantequilla
300 azúcar glas
4 galletas oreo + el relleno de las galletas de antes
Separar las galletas de su crema.
Picar las galletas
hacer la Buttercream como siempre y cuando ya este hecha añadir la crema de las galletas y las galletas picadas, Batir un par de minutos para que se integre bien y a rellenar nuestro macarons.
Una verdadera delicia para pequeños y grandes.
Cualquier duda que te ngais ya sabéis, comentario aquí abajo y os contestare rápido rápido.
Mil besos dulces!!!