Seguimos con platos que vienen muy bien para el verano. Los mejillones los tenemos todo el año en las pescaderías, pero es verdad que hay épocas en las que no están en su mejor momento. Este último mes los he comido en varias ocasiones y ninguna de ellas me han defraudado. En esta ocasión quería ponerle una salsa picante y cambiar un poco la forma de tomarlos. La sorpresa ha sido que la salsa nos ha entusiasmado en casa, sobre todo a mi marido, que no suele tomar pan en las comidas y que en ésta no paró de mojar pan. Sin duda el secreto de estas salsa está en usar salsa de tomate casera. La salsa picante se la vi a Pam en Directo al Paladar, y como siempre las recetas de ella no suelen fallar. He incrementado la cantidad de salsa de tomate que venia en la original y he cambio la cayena por un trozo de guindilla de las que mi suegro tiene plantadas. Lo he cocinado y maridado con el mismo vino, un blanco Macabeo de Viña Laujar, de la Alpujarra almeriense, que bien fresquito acompaña muy bien a estos mejillones.
INGREDIENTES:
750 gr. de mejillones
1 cebolla
2 dientes de ajo
Media guindilla o 2 cayenas
2 o 3 gotas de salsa Tabasco
1/2 vaso de agua
1 y 1/2 de vaso de vino blanco
1 hoja de laurel
Pimienta
Sal
Aceite de oliva virgen extra
1 bote de salsa de tomate o unos 400 gr. de salsa de tomate casera
Para la salsa de tomate casera (receta de la Thermomix):
Una cebolla de unos 150 gr.
1 diente de ajo
600 gr. de tomates maduros
50 gr. de aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Una cucharada de azúcar
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será preparar la salsa de tomate casera. En la Thermomix trituramos la cebolla y el ajo pelado, 4 segundos a velocidad 4. Añadimos el aceite y cocinamos 8 minutos, temperatura Varoma, velocidad 2. Incorporamos los tomates lavados y en trozos, trituramos 4 segundos, velocidad 4. Añadimos la sal, la pimienta y el azúcar, y programamos 20 minutos, temperatura 100º a velocidad 2. Después trituramos la salsa durante diez segundos a velocidad 6. Si no tenemos Thermomix lo haremos de forma manual: rehogamos el ajo y la cebolla durante unos 8 minutos en una sartén o hasta que esté transparente, añadimos los tomates troceados, junto con la sal, pimienta y azúcar y dejamos reducir. Después trituramos todos con una batidora. Reservamos y lo que nos sobre lo guardaremos para otra preparación.
Ahora le toca el turno a lo mejillones. Lavamos bien quitando todas las barbas y demás suciedad que tengan las cáscaras. Abrimos al vapor en una sartén o cazuela con un vaso de vino blanco y una hoja de laurel. Vamos introduciendo por tandas y según vayan abriéndose sacamos y dejamos escurrir. Quitamos la cáscara que esté vacía de las dos y reservamos la otra parte. Así hacemos con todos los mejillones hasta que se hayan abierto la totalidad.
En otra sartén preparamos la salsa, para ello rehogamos la cebolla bien picadita en un fondo de aceite de oliva virgen extra, una vez rehogada añadimos los dientes de ajo picados y la media guindilla (con ésta cantidad será suficiente). Removemos un poco y añadimos la salsa de tomate y el Tabasco. Una vez integrados en la sartén ésta añadiremos el vino blanco y dejamos durante unos minutos hasta que evapore el alcohol. Entonces añadimos medio vaso de agua, removemos, salpimentamos, y añadimos los mejillones. Movemos un poco la cazuela para que los mejillones se impregnen de la salsa y retiramos añadiendo perejil picado por encima. Servimos bien caliente y acompañados de pan para mojar.
Y con otra propuesta os dejo, esperando que tengáis un feliz inicio de semana.
Lidia.