Los españoles consumimos muchas galletas: una media de 8,3 kilos al año cada uno. Debido a esto, y según he leído en una noticia, se están llevando a cabo investigaciones para hacer las galletas más saludables. Es decir, se busca ‘retocar' las grasas malas y los azúcares para conseguir con ello, lo que denominan ‘la galleta perfecta'.
Independientemente de si son más o menos saludables, la gran mayoría hemos comido galletas para desayunar y merendar desde bien pequeños y de ellas guardamos agradables recuerdos. He preguntado por la oficina de facilisimo.com sobre esas galletas que guardamos en la memoria, y éstos son ‘nuestros resultados':
La galleta María sigue siendo la más recordada y más comida desde hace generaciones. ¿Quién no tiene en su
casa un paquete de ellas? Pronto le salió una dura competencia: las Marbú doradas. Otras de las más tradicionales son las famosas Campurrianas, gruesas y compactas. Éstas, están seguidas muy de cerca por la napolitanas, con su inconfundible toque de canela.
Había y hay galletas especialmente dirigidas a los más pequeños de la casa que se nos han quedado grabadas en la memoria por su forma, su sabor y por algunos anuncios de la tele. ¿Quién no recuerda las Tosta Rica, con sus dibujos, y su canción cantada por Teresa Rabal?
Otras galletas muy apreciadas son las Chiquilín, sencillas en aspecto, pero de exquisito sabor, y las Princesa, pequeñas y en forma de corazón. Por su aspecto, muchos recuerdan las Dinosaurus que ahora están repuntando de nuevo; pero las que siguen gustando por encima de todo son las Príncipe, rellenas de chocolate.
Y para ti, ¿cuál es o era la galleta perfecta? ¿Son habituales en tu alimentación?