Por este motivo me puse a investigar un poco sobre distintas posibilidades de hacerlas algo más duraderas, y tras algunos fracasos encontré algo que me ha gustado tanto que la pienso repetir. Porque amigos, la solución es la petrificación.
Yo no he inventado nada. Primero empecé a experimentar con merengue y azúcar, y luego encontré en la red que -como siempre- casi todo está inventado y mejor de lo que hago yo. Pero aún así me gustó dar con esta sencilla técnica, que hace un bonito juego de palabras en inglés; petrify y prettify. Algo así como petrificar y embellecer.
Lo podemos hacer con cualquier receta de galletas –aquí está la mía– y con cualquier flor comestible u hoja, aunque resultará más fácil si se trata de flores y hojas planas. Para más información sobre plantas y flores comestibles puedes pinchar aquí.
Lo primero que debemos hacer es hornear unas galletas bien ricas y dejarlas enfriar durante 24 horas; yo en esta ocasión las hice con mi receta de chocolate. Mientras se enfrían podemos ir a buscar unas hojas o flores comestibles bien bonitas y frescas, lavarlas con agua y dejarlas secar cuidadosamente sobre papel de cocina. En este caso utilicé hojas de menta de la plantita de mi cocina. Chocolate y menta, qué rico.
Para petrificar hojas o flores necesitaremos lo siguiente:
Y el procedimiento será:
-Mezclaremos en un bol merengue en polvo y agua a partes iguales -yo hice 1 tbsp de cada- y remover la mezcla. Se puede hacer lo mismo utilizando directamente claras de huevo, pero yo jamás uso huevo porque no quiero arriesgarme con esto
-Con un pincel distribuiremos una capa fina de nuestra mezcla sobre la superficie de la galleta, repartiéndolo bien
-A continuación pegaremos sobre la galleta nuestra hoja o flor
-Cuando la hayamos colocado como más nos guste, con el mismo pincel pondremos una nueva capa de la mezcla sobre la hoja o flor, con cuidado de no hacer arrugas
-Daremos la vuelta a la galleta y la pondremos sobre una capa de azúcar, que puede ser tanto granulado normal como cristal grueso, azúcar moreno, etc. dependiendo de nuestro gusto
-Por último, con otro pincel que esté bien seco, retiraremos el exceso de azúcar de la superficie de la galleta, especialmente por encima de la flor o la hoja para que se vea bien
-Dejaremos secar y ya están listas para servir
Con el petrificado lograremos un efecto precioso y alargaremos por unos días más la vida de las hojas y flores comestibles sobre nuestra galleta, ya que si está bien hecho esta capita de merengue protege la superficie del aire. Además con el azúcar está -ñam ñam- buenísima.
Estas técnicas tampoco regalarán la vida eterna a nuestras galletas, pero a fin y al cabo… ¿quién quiere una galleta eterna? Pudiendo comérsela de dos bocados ahora mismo.
Para conocer las fuentes en las que me he apoyado:
El tutorial más completo que encontré sobre el tema es este, y es el que otras publicaciones citan como original.
Hay otras como esta que proponen hornear las flores unos minutos sobre la galleta, pero yo aún no he experimentado con el horno. ¡Pero lo pienso probar todo!