Mi historia con este plato es de esas de amor al primer bocado. Desde que lo probé en un restaurante tailandés hará ya unos 7 años, se ha convertido en una especie de obsesión y, por supuesto, no he parado hasta conseguir hacerlo en casa.
El pad thai es el plato más típico de la gastronomía de Tailandia y allí lo puedes comer en todas partes, incluso en los puestos que hay por las calles. Sorprendentemente y, al contrario de la mayoría de platos de este país, no es picante, lo que para mí es fundamental ya que no tolero este tipo de comida.
Algunos de los ingredientes no se encuentran en todos los supermercados pero no os rindáis porque para conseguirlos siempre podemos acudir a internet donde hay muchas tiendas online que los venden a precios económicos.
¿Preparados para un sabor lejano a la par que exótico?
¿Qué necesito? (pad thai para 2)
200 grs. de tallarines o noodles de arroz.
1 huevo
8 langostinos
25 grs. de cebollino
50 grs. de brotes de soja
1 diente de ajo
2 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharada de agua de pescado
1 cucharada y media de pasta de tamarindo
1 lima
2 cucharadas de cacahuetes picados
Aceite de soja o girasol
¿Cómo lo hago?
Primero cocemos los tallarines en abundante agua salada durante 5 minutos. En el paquete pondrá un tiempo de cocción mayor pero a nosotros con 5 minutos nos basta porque acabaremos de cocinarlos con la salsa. Cuando estén listos los reservamos.
Ahora vamos a preparar el resto de ingredientes.
Mientras se cuecen los tallarines pelamos los langostinos dejándoles la cola.
Por otro lado, en una sartén pequeña hacemos un huevo revuelto y lo reservamos.
También picamos el ajo muy menudo, lavamos los brotes de soja y el cebollino y picamos este último en trozos grandes.
Ahora que tenemos todo listo, vamos a cocinarlo.
En un wok o sartén honda, ponemos un poco de aceite de soja o girasol y sofreímos el ajo y los langostinos. Cuando estos tengan un color rosadito, los sacamos y reservamos.
Al aceite con ajo añadimos las dos cucharadas de azúcar moreno (la receta original lleva azúcar de palma. Si lo encontráis a buen precio usad ese mejor. Si no, el moreno es un buen sustituto), la pasta de tamarindo y el agua de pescado (no os asustéis por el olor terrible que tiene, desaparecerá). Freímos todo bien hasta caramelizar la salsa.
Bajamos el fuego, añadimos los tallarines o noodles y revolvemos para que se mezclen con la salsa dejamos que se hagan durante un par de minutos. Pasado este tiempo, echamos el huevo revuelto, el cebollino, los brotes de soja y los langostinos que habíamos reservado.
Revolvemos y dejamos que se frían bien y ya está, listo para servir.
Una vez en el plato, añadiremos los cacahuetes picados y cortaremos la lima en rodajas acompañando el plato para que cada uno exprima la cantidad que le apetezca.
Eso es todo, ahora solo queda disfrutar y dejarse transportar a este paradisíaco país a través de su gastronomía.