Ya estamos de vuelta! Y nada más y nada menos que con un espectacular Pan de Leche Hokkaido. Hace ya un par de semanas que venía pensando en sentarme delante del ordenador y comenzar el curso bloggero, peeeeeroooo siempre surgen cien mil cosas y al final el pobre blog se relega al último lugar en mis prioridades. Eso no significa que haya estado mano sobre mano, de eso nada, que desde el 21 de agosto que por estos lares estamos ya haciendo vida normal con vuelta a la escuela, al trabajo y a las responsabilidades del día a día. Me hace gracia porque mi hija hace ya tres semanas que la pobre se levanta temprano, cumple con todos sus deberes y tareas escolares y alucina cuando le cuento que justo hoy muchos niños comienzan allí el cole. Qué diferentes somos madre!. Nosotros aquí ya tenemos la mente en las próximas vacaciones de otoño, cada loco con su tema jajajaja.
Desde que volví de mis alucinantes vacaciones ( este año ha sido lo más de lo más y no me pienso quejar) que no he parado quieta en la cocina. He probado unas cuantas recetas de pan, pasteles y otras tantas saladas que me han encantado. Hoy para empezar con buen pie, un pan de leche tan alucinante como su nombre. Es una receta maravillosa, fácil y con un resultado que te deja sin habla. Es un muelle de pan, si si, estás leyendo bien, lo aplastas con la mano y vuelve a subir como un muelle, eso te indica lo suave y esponjoso que es. Yo diría más, es casi etéreo, pura magia de pan.
El nombre se las trae, pero vamos, que os lo soluciono yo en un plis plas, es el pan de leche japonés buenísimo más conocido como Hokkaido.
No necesitáis ingredientes raros, sólo un paso previo que si lo haces con tiempo no os va a suponer ningún problema. Es una pasta de leche y harina que se elabora al fuego que una vez hecha se puede conservar en la nevera hasta dos días.
Aquí ya hace días que vamos con chaqueta, tomando sopas y cosas reconfortantes para afrontar los días de lluvia y la bajada de temperatura, cómo me consta que por allí en nada vais a estar igual, os recomiendo preparar éste pan tan delicioso para tomarlo para desayunar, por la tarde como merienda con un buen vaso de leche caliente con cacao o un buen cafelito.
Nos ponemos manos a la obra? Pues venga, a sacar del armario la báscula, la máquina de amasar, encender el horno y a disfrutar horneando!!!
INGREDIENTES
Tangzhong o Primera Masa
* 45g harina fuerza
* 240ml leche entera
Segunda Masa
* 325g harina de fuerza
* 60g azúcar
* 7g levadura seca de panadero ( 40g levadura fresca de panadero)
* 1 cucharada de leche en polvo ( opcional)
* 1 cucharadita de sal
* 1 huevo grande
* 60ml leche
* nata (crema de leche) para pintar el pan
ELABORACIÓN
1.Preparar el Tangzhong o primera masa - En una olla mezclar la leche y la harina con la ayuda de unas varillas hasta que no queden grumos. Encender el fuego y a una temperatura media y sin parar de mezclar dejar cocinar hasta espesar o que llegue a una temperatura de 65°C. Retirar del fuego, volcar sobre un bol limpio y seco, cubrir con papel film que toque la preparación para que no se produzca una costra en la superficie y dejar enfriar. La preparación aguanta hasta dos días en la nevera.
2. Preparar la masa - En el bol de la amasadora mezclar la harina, azúcar, levadura, la leche en polvo en el caso de que se utilice y la sal. Unir 140g de la masa tangzhong preparada previamente, el huevo y la leche. Con la ayuda de una cuchara de madera mezclar bien todos los ingredientes de manera grosera. Unir el gancho en la máquina y comenzar a amasar a baja velocidad durante 5 minutos hasta que veamos que la masa se comienza a unir. Subimos la velocidad y vamos uniendo la mantequilla en pomada cortada en porciones. Continuar amasando 5 minutos más. En éste punto me gusta amasar a mano sobre la superficie de trabajo incorporando aire a la masa y formando una bola de masa elástica y suave aunque algo pegajosa. Para comprobar que la tenemos bien amasada, tomamos una pequeña porción de masa y la vamos estirando hasta conseguir una fina membrana que se romperá formando agujeros redondos. La tenemos lista. Llevar la masa a un bol ligeramente engrasado, la cubrimos con papel film en un lugar sin corrientes de aire y la dejamos fermentar hasta que doble su volumen, como mínimo una hora.
3. Transcurrido el tiempo, dividir la masa en cuatro porciones iguales y hacer bolas con cada una de ellas. Tomar una porción de las cuatro ( tapar las otras tres para evitar que se forme una película sobre ellas) y con la ayuda de un rodillo estirarla hasta formar un rectángulo. Hacer una división virtual del rectángulo en tres partes iguales, doblar el extremo derecho hasta el centro de la masa, y lo mismo con el extremo izquierdo, ir enrollando la masa hasta obtener un cilindro de masa. Proceder igual con las otras tres porciones. Acomodarlas en en molde rectangular de cake previamente engrasado. Cubrir con papel film y dejar levar de nuevo en un lugar sin corrientes de aire ( puede ser en el interior del horno apagado) durante 45 minutos-1 hora.
4. Calentar el horno a 180°C, retirar el papel film y pintar con nata (crema de leche), hornear durante 40 minutos, hasta que esté bien dorado. Dejar enfriar en el molde 10 minutos, después retirarlo y dejarlo enfriar completamente sobre una rejilla.
Fácil y deliciosa, ya he preparado unos cuantos y me da que me van a pedir muchísimos más! Qué os aproveche!