Así que, aquí vamos con una receta de las que me atrevo para irle cogiendo el truquillo a este precioso aparato.
Esta receta la saqué del blog de mi amiga Cris El placer de cocinar. Con Cris la verdad es que es un placer porque todo lo hace tan sencillo y tan bonito que desde luego Master Chef se queda corto al lado de ella. Además, es un encanto de persona y da gusto preguntarle porque tiene respuestas para todo, y si no, las busca.
Como ya os he dicho en todas las ocasiones que hago pan, mi panadería se toma los miércoles de vacaciones y yo aprovecho para hacer alguna recetilla de pan, que cada día me gusta más. El pan hecho en casa no tiene parangón. Ese olor..., ese sabor... no lo encontraréis en ningún otro sitio. Por eso, cada vez me gusta más investigar recetillas de pan y probar. Ésta desde luego es genial. El sabor de las pipas de girasol y de las de calabaza es increíble. Como no tenía suficientes semillas de amapola, pensé en que unos arándanos rojos le vendrían bien y, desde luego, han sido un acierto. Le dan un toque espectacular.
Bueno, vamos con la receta que seguro estáis deseando verla.
SEEDS AND CRANBERRIES BREAD
Ingredientes:
350 gr. harina integral
150 gr. harina de fuerza
5 gr. sal
15 gr. levadura fresca de panadería (me gusta más que la de granulitos pero si tenéis la otra, serían 3 gr.)
50 gr. pipas de calabaza crudas
75 gr. pipas de girasol crudas
25 gr. semillas de amapola
25 gr. arándanos rojos
25 gr. sésamo
75 gr. miel
300 ml. agua
Preparación:
Calentamos el agua hasta que esté templada. En un vaso, echamos un poco del agua y disolvemos la levadura fresca de panadería.
Incorporamos el agua con la levadura a nuestra KA y también el agua restante.
En el mismo bol de la KA, echamos el resto de los ingredientes excepto el sésamo.
Amasamos con el gancho amasador durante 7 minutos a vel. 2.
Sacamos la masa que debe estar levemente pegajosa y la ponemos en una superficie de trabajo enharinada. Amasamos durante unos 10 minutos más a mano.
Una vez bien amasada, ponemos la masa en un bol aceitado y la cubrimos con film. La dejamos en un lugar recogido, sin corrientes. (Yo la meto siempre en el horno sin encender). Dejamos levar 2 horas o hasta que haya doblado su volumen. (Recordad que dependiendo del calor que haga en vuestra cocina así será el tiempo de levado. Hoy hacía fresquete por aquí y lo he notado. Ha cumplido las dos horas perfectamente).
Cubrimos la bandeja de horno con un papel de horno y ponemos la masa una vez haya pasado el tiempo del primer levado.
Desgasificamos la masa , amasando con las yemas de los dedos con cuidado.
Echamos por encima las semillas de sésamo, tapamos con un paño limpio y dejamos levar 1 hora más.
Si la hemos metido otra vez en el horno, la sacaremos y encenderemos el horno para precalentarlo.
Ponemos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo, bandeja del medio y, o bien ponemos una bandeja con agua en la parte de abajo del horno, o bien, antes de meter el pan, rociamos el horno con agua.
Antes de meter el pan, hacemos cortes en la parte de arriba, lo metemos y lo horneamos durante 30 minutos.
Una vez pasado el tiempo, lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
Es un pan denso pero esponjoso, con mucho sabor y que no te dejará indiferente. Para desayunar tostado con mantequilla es una delicia y desde luego no te van a sobrar ni las migas. Ya me contaréis.