Sigo practicando con mis panes y este ha da un resultado muy bueno.
Tiene una fermentación larga, de 12 horas aproximadamente y esto hace que el sabor sea aún mejor y que aguante más tiempo, además de desarrollar más el gluten las harinas y formar una fantástica miga.
Este pan es perfecto, para hacer tostadas, tanto saladas como dulces...quedan deliciosas!!
Para los panes es muy importante respetar las cantidades de los ingredientes ya que un cambio puede resultar que hagas un estropicio con el pan.
En cuanto a las semillas, podéis echar las que queráis o simplemente ninguna.
Lo ideal de esta receta es preparar la masa por la noche y dejarla fermentando toda la noche y al día siguiente por la mañana hornearlo.
Ingredientes (2 panes de 500 grs aprox)
- 1 kilo de harina panadera (o de fuerza)
- 100 grs de harina integral de centeno
- 660 ml de agua
- 12 grs de sal (un par de cucharaditas aprox)
- 25 grs de levadura fresca de panadero
- 75 grs de pipas peladas de girasol
- 2 cucharadas de semillas de amapola
- 2 cucharadas de sésamo negro
Preparación:
En un bol poner las dos clases de harina, la sal y 600 ml de agua (reservamos 60 ml para después).
Amasamos todo en el bol con la ayuda de la mano hasta que veáis que la masa ya no se pega a las paredes del bol.
En un vaso, ponemos los 60 ml de agua que teníamos reservados y desmenuzamos la levadura, la disolvemos y la incorporamos al bol con la masa, las pipas y las semillas.
Amasamos nuevamente hasta que veamos que está todo integrado y se despega de las paredes.
Tapamos con un trapo de cocina y dejamos reposar 15 minutos.
Pasado este tiempo, volver a amasar un par de minutos y dejar reposar otros 15 minutos. Hacer este paso un par de veces mas.
Llegado este punto, la masa estará elástica y lisa. Tapamos y dejamos fermentar toda la noche (aproximadamente 12 horas).
Pasado el tiempo de fermentación, la masa habrá doblado su volumen, quitamos el aire a la masa , apretando la masa hacía abajo con la mano y la echamos sobre la encimera enharinada.
Dividimos la masa en dos partes iguales y formamos los panes con la forma que deseemos. Yo en este caso he hecho dos hogazas y colocamos en la bandeja del horno. Tapamos con el trapo y dejamos reposar una hora.
En este tiempo, ponemos el horno a calentar a 240º, con un cazo viejo o fuente de horno llena de agua en el interior para que cree vapor.
Antes de meter al horno, hacerle un corte a los panes para que desarrollen mejor corteza y greñen por ahí.
Metemos al horno a 240º durante 10 minutos. Luego bajamos a 220º.
En total dejamos cocer los panes en el horno entre 50 minutos y 1 hora aproximadamente.
Para saber que están listos, darle la vuelta al pan y si al tocar con los nudillos suena "hueco", estará listo.
Dejar enfriar sobre una rejilla al menos una hora y listos para disfrutar de ellos!