INGREDIENTES:
400 gr. Harina de Fuerza
150 gr. Harina de Trigo
200 ml. Leche
100 ml. Agua tibia
60 gr. Mantequilla
15 gr. Miel
15 gr. Azúcar
Sal al gusto
Ralladura de un Limón
Ralladura de una Naranja
25 gr. Levadura fresca de panadero o 12 gr. Levadura Seca
Huevo para pintar
VÍDEO RECETA – Pan Dulce o Pan Para Torrijas
Cómo hacer Pan Dulce o Pan para Torrijas
Lo primero que vamos a hacer es mezclar la leche con el agua. La vamos a calentar un poco hasta que quede tibio para disolver aquí la levadura.A continuación, añadimos la levadura fresca de panadería, triturando un poco con la mano y mezclamos bien hasta disolverlo en la leche.
Puedes usar tanto levadura fresca como levadura seca. Eso sí, las cantidades no son iguales. Deberás usar más cantidad de levadura fresca que de la seca. Arriba te he dejado las cantidades para ambas.
Después, en un recipiente limpio vamos a agregar la harina de fuerza y la harina de trigo. Le añadimos sal al gusto y luego mezclamos estos ingredientes para que la sal se integre bien con las harinas. Si quieres puedes usar un sólo tipo de harina.
Para preparar la masa he usado una amasadora pero puedes hacerlo con las manos, saldrá igual de rico.
Ahora, a las harinas le he añadido un poco de azúcar, la miel y las ralladuras de piel de naranja y de limón. Con estos ingredientes comenzamos a amasar.
Luego, mientras vamos a amasando vamos a ir incorporando poco a poco la leche, hasta integrarla por completo junto a las harinas.
Una vez que la leche esté bien integrada, es hora de añadir la mantequilla. Lo ideal es que tenga textura de pomada, así que lo recomendable es que la saques unos minutos antes de la nevera para que esté a temperatura ambiente y puedas integrarla bien con la harina.
Amasamos unos minutos más hasta que la masa quede homogénea. En un recipiente limpio, espolvoreamos un poco de harina en el fondo, colocamos nuestra masa de pan dulce y la tapamos con un paño limpio para dejarla reposar, a temperatura ambiente, durante al menos 1 hora y media o 2 horas, hasta que doble su tamaño.
Este tipo de masas, suelo guardarlas para que leven dentro del horno, para que esté libre de aire y tenga una temperatura constante. Lo ideas es tener una temperatura ambiente de unos 25 grados más o menos. De todas formas si es invierno y hay más frío en el sitio en el que estés, no pasa nada, simplemente la masa tardará más en duplicar su volumen y listo. Si hace más calor, tardará menos.
Luego, una vez haya pasado el tiempo de reposo, vamos a echar un poco de harina en la mesa de trabajo para darle forma al pan.
Ponemos nuestra masa sobre la encimera o la mesa de trabajo. Vas a ver que está muy hinchada, así que con cuidado y con las yemas de los dedos vamos a deshinchar un poco la masa para sacar un poco de aire. Pero no nos interesa sacarlo todo.
Cuando la tengamos un poco aplastadita y estirada, vamos a ir enrollándola sobre sí misma para formar una barra. Poco a poco, la doblamos hacia su centro y apretamos el extremo de la masa para sellarla con el resto. Así haremos hasta enrollarla por completo y obtener una barra de pan.
Ahora con las manos estiramos un poco más y con cuidado para que se alargue un poco más.
La pasamos a una bandeja de horno forrada con papel vegetal. La colocamos en el centro y la tapamos de nuevo con el paño limpio para dejarla reposar nuevamente de media hora a 1 hora para que la masa descanse y pueda aumentar un poco más.
De nuevo nuestra masa ha reposado sobre la bandeja del horno y ahora pasamos a pintarla. Para ello, batimos un huevo y la pintamos por toda la superficie. Con esto quedará un color dorado cuando salga del horneado que se nos hará la boca agua. Mientras precalentamos el horno a 200 grados.
Puedes hacerle un corte a lo largo de la superficie del pan que se suele hacer al pan normal, pero yo en este caso no lo he hecho porque quiero que quede homogéneo y lo he usado para hacer torrijas, así me saldrán todas del mismo tamaño más o menos.
Una vez que el horno esté caliente, metemos nuestra barra de pan dulce y la dejamos hornear durante unos 20 minutos más o menos o hasta que veas que la masa empieza a dorar por la superficie.
He colocado la bandeja en una de las partes más bajas del horno porque luego el pan tiende a subir y no queremos que se nos queme por arriba.
También puedes pincharla por dentro y comprobar que no está cruda.
Finalmente, cuando veas que el pan esté en su punto, lo sacamos y dejamos enfriar del todo sobre una rejilla.
Y ya tendríamos nuestro rico pan preparado para cualquier otro postre, merendar o incluso para hacer torrijas.
Queda un sabor y una textura increíbles. Súper esponjoso.