Se acerca la Semana Santa y Pascua, y es tiempo de torrijas. Torrijas que en mi casa siempre se han hecho con pan que sobraba de otros días y que empezaba a secarse.
Pero desde que le ví el año pasado a mi amiga Marisa su Pan rico para torrijas, tenía ganas de hacerlo. Además, esta semana pasada que estuve de viaje por Castilla y León, probé varias de las torrijas que tienen de postre en diferentes restaurantes, y me di cuenta de que estaban hechas con un pan especial, no eran de pan duro como las hago yo en casa, lo pregunté y me dijeron que se hacían con barras de pan horneadas adrede para las torrijas.....
Así que me he puesto manos a la obra y este fin de semana he hecho el pan de Marisa para probarlo, y me ha encantado. Han salido unas torrijas gorditas y de lo más cremosas.
Las torrijas hechas con este pan quedan más jugosas y cremosas por dentro pero enteras por fuera, ya que no se rompen al mojarlas en la leche y al rebozarlas.
Es una barra de pan mucho más denso que el pan normal, pero a la vez la miga no queda apretada, está como más ligera, lo que hace que absorba perfectamente la leche y no se rompa.
También tengo que decir, que aunque este pan me ha encantado y quedan unas torrijas de categoría, sobre todo si tienes invitados, yo seguiré aprovechando el pan que me sobre en casa para hacer mis torrijas.
Como estas riquísimas torrijas que puedes ver en el blog, Torrijas de leche, Torrijas al aroma de mandarinas y miel, o unas ligeras Torrijas sin azúcar al horno.
Ingredientes:
300g. de harina de fuerza.
180g. de agua.
5g. de levadura fresca.
2g. de sal.
Modo de hacerlo:
La noche anterior:
Pon en un bol la harina y apártala hacia los lados para formar un volcán en el centro, echa la sal por los bordes.
Deshaz la levadura en el agua tibia.
Ves echando el agua con la levadura dentro del volcán de harina y ves mezclando con la mano, si ves que se queda demasiado líquida la masa, añade un poco más de harina.
Mezcla durante unos 2 minutos y deja que repose la masa unos 10 minutos con el bol tapado (autolisis).
Forma una bola y pasa la masa a un bol, cubre con papel film y guárdalo en la nevera hasta la mañana siguiente.
Al día siguiente:
Saca la masa de la nevera y deja que se atempere.
Pon un poco de harina sobre la encimera y vuelca la masa sobre ella, amasa un poco, haz una bola y ponla en un bol untado de aceite para que leve y doble su volumen, es mejor que no te pases de tiempo aunque no leve demasiado.
Pasa la masa a la encimera enharinada y aplástala con la mano para desgasificarla.
Forma un rectángulo con la masa y enróllala formando la barra, sella las juntas apretando un poco y sigue girando y dando forma a la barra, hasta terminar con los extremos en punta.
Enrolla bien con las dos manos, estirando poco a poco la barra para hacerla más larga.
Deja el cierre de la junta en la parte superior, aprieta y sella con los dedos para que la barra no se abra. Como las puntas no nos van a servir para hacer las torrijas, mételas hacia dentro.
Pasa la barra sobre papel de horno espolvoreado de harina, con la parte del cierre hacia arriba, si no te cabe bien puedes ponerla en diagonal.
Tapa la masa con un paño limpio y deja que vuelva a levar nuevamente.
Pasado el tiempo de levado, precalienta el horno a 200º con calor arriba y abajo.
Con un cúter o con una greñadora de pan, haz unos cortes de unos 2 cm. sobre la barra de pan, estos cortes te servirán como guía para cortar el pan para las torrijas.
Hornea durante unos 30 o 35 minutos, o hasta que veas que la barra ya tiene color dorado.
Saca el pan del horno y ponlo sobre una rejilla para que se enfríe.
Si lo dejas de un día para otro estará en su mejor momento para hacer las torrijas, aunque no es necesario, ya que puedes utilizarlo una vez esté frío.
Para que las torrijas queden muy jugosas hay que mojarlas bien en la leche, tienes que dejar que se empapen bien.
Espero que te guste.