Como ya os he comentado en alguna ocasión, me encanta la comida hindú. Y cuando disfrutamos de un curry, poder acompañarlo de un pan apropiado, marca la diferencia. Además este clásico pan plano, tierno y aromático es bastante rápido y sencillo de elaborar. Para preparar esta masa se utiliza el "ghee", que es una mantequilla clarificada. Como nunca la he encontrado, en su lugar utilizo mantequilla fundida poco a poco, a la que le retiro tanto la espuma que se forma al fundirla, como los restos sólidos que quedan en el fondo de la olla tras reposar unos minutos. En cuanto al aroma de los panes naan, una vez los tenemos formados y antes de hornearlos, podemos agregarle las hierbas y semillas que más nos gusten; hoy yo he hecho unos con ajo y perejil, otros con comino y un par más con cilantro? por variar, y si tenéis otras ideas, no dudéis a ponerlas en práctica. Como podréis observar, esta receta es para poca cantidad de pan, de hecho salen 6 panes pequeños?
o 3 de tamaño estándar...
Si queréis hacer más solo tenéis que duplicar o triplicar la receta. También pueden congelarse.
Ingredientes:
5 g de levadura
1 cuchara pequeña de azúcar
110 ml de agua tibia
285 g de harina de semifuerza
½ cuchara pequeña de sal
30 g de ghee o mantequilla clarificada
1 cuchara grande de yogurt
Comino, cilantro, ajo en polvo o perejil
Preparación:
Mezclamos la levadura con el azúcar y el agua tibia en un cuenco pequeño. Lo tapamos y lo dejamos reposar en un lugar cálido durante 10 minutos o hasta que haga espuma.
Tamizamos la harina y la ponemos junto con la sal en forma de volcán para poner en el centro el ghee o mantequilla clarificada, el yogurt y la mezcla de levadura. Trabajamos la mezcla durante unos 15 minutos o hasta que obtengamos una bola de masa homogénea y elástica. Depositamos la masa en un cuenco engrasado, la tapamos y la dejamos reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que doble su volumen.
Golpeamos y trabajamos la masa 1 minuto más y la dividimos: para panes pequeños dividimos la masa en 3 y cada tercio en 2, y la extendemos en círculos irregulares de unos 7 cm de diámetro. Para los grandes, dividimos la masa solamente en 3, o como en mi caso hacemos el doble de masa. Pintamos con un poco más de ghee o mantequilla clarificada y espolvoreamos con ajo, perejil, comino, cilantro o lo que más nos guste. Llevamos al horno sobre papel para hornear o lámina de silicona, a 180º C, recordando, como siempre que hacemos pan, añadir un vaso de agua para que haga vapor dentro del horno. Estarán listos cuando comiencen a tomar un color ligeramente dorado, tras unos 5 u 8 minutos.
Podemos dejarlos enfriar sobre una rejilla y recalentarlos en la tostadora a la hora de comer, o tomarlos calentitos a los pocos minutos de salir del horno? mmm?