De nuevo aprovechando las calabazas nos encontramos con una receta de pasta. En esta ocasión no he introducido la calabaza en la salsa, como en esta otra receta de pasta con calabaza que os dejaba hace tiempo, la hemos puesta asada junto con la cebolla. Y la salsa es de ajo y romero, diferente también a otra receta que tengo publicada con otra salsa de ajo. Las tres recetas son estupendas, y ricas, y diferentes de los platos de pasta habituales. Y con ésta de hoy quiero celebrar el #díamundialdelapasta que se celebra el 25 de octubre.
INGREDIENTES (Para dos personas):
100 gr. de pasta corta (yo he puesto rigatoni) por persona
400 gr. de calabaza ya pelada
1 cebolla
200 ml. de nata (crema de leche) para cocinar
3 dientes de ajos
Unos tallos de romero fresco
3 cucharada de AOVE
Sal
Pimienta
Unas hojas de canónigos
Queso Grana Padano
PREPARACIÓN:
Cortamos la calabaza en trozos cuadrados pequeños, y la cebolla en juliana. Disponemos todo sobre una fuente de horno y salpimentamos, añadimos un hilo de aceite de oliva virgen extra. Tapamos con papel de aluminio e introducimos en el horno durante una media hora a 180º, después quitamos el papel y dejamos hornear el tiempo necesario para que la calabaza esté tierna. Sacamos y reservamos.
Cocemos la pasta en abundante agua con sal, durante los minutos que indique en el envase. En una sartén doramos los ajos cortados en rodajas con un poco de aceite. Rehogamos bien y añadimos la nata (crema de leche), salpimentamos y añadimos romero fresco. Dejamos cocinar durante algunos minutos.
Escurrimos la pasta, disponemos en el plato, añadimos unas hojas de canónigos. Disponemos en el centro la salsa y por todo el plato la calabaza y cebolla asadas. Espolvoreamos queso rallado y un poquito más de romero fresco. Servimos.
La pasta es siempre tan agradecida que le va genial cualquier ingrediente que le pongamos, y este plato es un claro ejemplo de ello.
Feliz fin de semana.