La calabaza, igual nos acompaña un plato de pasta, como el de esta receta, como que nos sirve para hacer un bizcocho, un flan,una tarta, una mermelada, el relleno de una quiché, una ligera crema para la cena,... Cocinarla es fácil y le aporta a nuestros platos un toque ligeramente dulzón y muy rico.
Y ésta es una receta sacada de una de las muchísimas revistas de cocina que tengo en casa y que, hojeándolas hace poco, captó mi atención.
- 200 gr. de hélices extrafinas Gallo (si no tenéis éstas, podéis utilizar cualquier tipo de pasta)
- 300 gr. de calabaza
- 1 cebolla
- 1 puerro
- Aceite de oliva
- 1 cucharada de postre de jengibre molido
- 1 vaso de leche desnatada ( podéis ponerle leche entera)
- 1 vaso de caldo de verduras ( si no tenéis, un paso de agua y una pastilla de caldo concentrado de verduras)
- Vinagre
- Sal
Calentamos aceite ( dos cucharadas soperas aproximadamente) en una sartén antiadherente y pochamos el puerro (previamente lavado y picado) y la cebolla (picada bien finita). Lo pochamos a fuego lento y con la sartén tapada, hasta que empiecen a estar transparentes.
Pelamos la calabaza y le quitamos las pipas y las fibras del centro. La cortamos en dados pequeños y la agregamos a la sartén con una pizca de sal. Mezclamos y dejamos que se cocine un par de minutos más. Añadimos el caldo de verduras y tapamos. Dejamos que se cocine hasta que el caldo esté prácticamente reducido. Añadimos la leche y el jengibre, mezclamos y dejamos de nuevo tapado hasta que se reduzca la leche.
Comprobaremos que la calabaza está blandita y probaremos su punto de sal por si tuviésemos que añadir algo más.
Ponemos esta salsa (casi puré) en el fondo de una fuente y reservamos.
Por otro lado, ponemos a hervir las hélices extrafinas, que sólo necesitan tres minutos de cocción desde que el agua comienza a hervir. Cuando estén cocidas, las aliñaremos con un poco de aceite y vinagre (al gusto, como solemos con las ensaladas) y bien escurridas, las pondremos sobre la salsa de calabaza.
A tener en cuenta:
- Si utilizáis otro tipo de pasta, el tiempo de cocción será diferente (seguramente sea mayor).
- La calabaza da a los platos cierto sabor dulzón, así que añadir sal al gusto.
- Este plato está concebido para que sea un plato con el que disfrutar de la pasta sin ingerir demasiadas calorías. Pero, una buena forma de terminar este plato sería poniéndole queso por encima y darle un golpe de calor en el horno hasta que se gratinase la superficie.
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