A ella le gustaba mucho este reto y le habría hecho mucha ilusión que su blog hubiera sido asaltado, por ello, hoy, esta pandilla de ladronzuelos hemos elegido su blog.
Como ya conté en su momento, creo que somos lo que hacemos, es más, somos lo que dejamos, lo que perduramos en la memoria de quienes nos conocieron y cómo llegamos a influir en los demás. Esa especie de fuerza vital que los antiguos egipcios llamaron "Ka".
Nunca antes, en toda la historia de la humanidad, ha habido tanto conocimiento compartido ni ha sido tan sencillo acceder a el y a los blogueros nos gusta pensar que contribuimos con nuestro granito de arena a esta realidad, pues "compartir" es nuestro rasgo distintivo, pero hay más: compartir, aprender, desarrollarse, ayudar...
Y todo eso hacía Carolinaen su blog. Si quieres hacerle un homenaje, date una vuelta por él.
Y también le gustaban los vídeos de Luis Caldevilla, por eso hoy pongo este vídeo de mi ciudad.
Y ahora vamos con la receta.
Originalmente se trataba de un rollo, vamos que la pasta se enrollaba con el relleno dentro y luego, además, la enrollaba como una ensaimada. Pero yo no lo he hecho así, no por el afán de "tunearla", sino por mi conocida ineptitud para enrollar y hacer cosas con precisión, vamos, que no me veía capaz de hacerlo bien y por eso he hecho una especie de bandeja.
Por otro lado la he tuneado un poquitín al utilizar hojas de espinacas frescas y añadirle aceitunas negras, champiñones y tomate deshidratado. También "me pedía" añadirle anchoas, pero no lo he hecho para respetar la idea original de hacer una receta vegetariana.
Ingredientes:
7 u 8 láminas de pasta filo.
1 Puerro.
200 gr. de queso Feta.
200 gr. de espinacas frescas.
5 ó 6 aceitunas negras deshuesadas.
2 tomates deshidratados.
2 ó 3 champiñones.
Pimentón (optativo)
AOVE.
Sal.
Pimienta.
Tomillo fresco.
Romero.
No me negaréis que no tiene aires greco / turcos
Elaboración:
1.- Picamos muy fino el puerro y lo pochamos hasta que se vuelva transparente, e incorporamos los champiñones cortados finos durante un minuto. Apartamos.
2.- Con el fuego apagado, utilizando sólo el calor residual, incorporamos las espinacas, que se reducirán rápidamente perdiendo mucho volumen, que es lo que queremos, juntamos con el puerro.
3.- Añadimos a la mezcla el quesopicado fino, el tomate (previamente hidratado), cortado en trozos medianos y las aceitunas cortadas por la mitad.
4.- Untamos con una brocha una a una las láminas de pasta filo que vamos apilando, luego doblamos los bordes hacia arriba para formar unos "muros de contención".
5.- Esparcimos por el espacio que nos ha quedado la mezcla, añadimos tomillo fresco y romero al gusto. También podemos espolvorear con un poco de pimentón.
6.- Introducimos en el horno, previamente calentado, a 180 ºC hasta que se dore.