Nos gusta Irlanda, nos gusta ver como han conservado sus tradiciones y también nos gusta su cocina. Sí, en serio.
El Irish soda bread, o pan de soda irlandés es uno de los panes más sencillos y rápidos de elaborar, su complejidad es nula y lo mejor de todo es que el resultado final es muy, muy apetecible.
La principal característica de éste pan es que no lleva levadura, lo cual simplifica mucho su ejecución y reduce enormemente los tiempos.
Por lo que he visto, no hay una razón clara del porqué de esta receta, supongo que es uno de esos casos en los que la suma de factores influye. Irlanda es una isla poco poblada, mucha de la población, además, está dispersa en granjas y la climatología no ayuda, ni a fermentar masas, ni a transportar pan entre granjas, por lo cual la gente se elaboraba sistemáticamente el pan en su propia casa y si tienes una receta infalible que funciona con diversos tipos de harina y te permite obtener pan en unos tres cuartos de hora, sin levados, sin amasados... pues que queréis que os diga. Dos más dos son cuatro y la gente simplifica y ahorra tiempo.
Pero lo mejor de todo, insisto, es que el resultado final es muy bueno. Se obtiene un pan muy agradable que gana mucho cuando lo untamos con mantequilla o mermeladas, ambos productos muy típicos en Irlanda.
Y entrando en materia...
La verdad es que tengo la sensación de ser el último del mundo en hacer esta receta tradicional. Parece que no hay blog que no la haya publicado ya y es lógico, el grado de dificultad es nulo. Estoy en el nivel "parvulitos" del mundo del pan, pero sigo avanzando...
He partido de la receta de Gordon Ramsey, pero adaptada, en primer lugar porque he aumentado un poco la presencia de la harina integral (de trigo) y, sobre todo, porque no he utilizado suero de leche, sino leche entera cortada con zumo de limón y resulta que he tenido que adaptar la cantidad de líquido. El utiliza 450 ml. (supongo que en origen sería una pinta), pero yo me he quedado con 400 ml. de leche, con 450 la masa quedaba demasiado húmeda.
Ingredientes:
325 gr. de harina de fuerza.
175 gr. de harina integral de trigo.
5,5 gr. de soda.
6 gr. de sal.
3 gr. de azúcar.
400 ml. de leche entera.
Zumo de medio limón.
Elaboración:
1.- Precalentamos el horno a 200 ºC, preparamos los 400 ml de leche y le incorporamos el zumo de medio limón. Reservamos.
2.- En un cuenco grande mezclamos los ingredientes sólidos: las harinas, la sal, el azúcar y la soda.
3.- Transcurridos unos minutos, la leche ya se habrá cortado. La introducimos poco a poco mientras vamos incorporando todos los elementos con ayuda de una "lengua" o un simple tenedor. Seguimos hasta que este todo homogéneo.
4.- La masa es bastante pegajosa, hay que actuar con rapidez. Enharinamos la superficie de trabajo, nuestras manos y una bandeja de horno. Volcamos la masa sobre la superficie y hacemos una bola. Ojo, ¡no se amasa!, se trata simplemente de hacer una bola (no la manipules mucho, que se calienta y se ablanda y se pone pegajosa) que acto seguido depositamos en la bandeja del horno. Hacemos un corte relativamente profundo en forma de cruz, espolvoreamos un poco de harina sobre la masa e introducimos en el horno, dónde la dejaremos 35 minutos a 200 ºC (puede que incluso necesites algún minuto más en función del tipo de horno, sabrás si está bien cocido si el fondo del pan suena hueco).
¡Y ya está!, ahora toca disfrutar, es más agradable de lo que parece, es bastante tierno y aguanta fácil dos o tres días.