Sin amasados, sin tiempos de levado, sin levadura ni masa madre,... Mezclar y hornear. Así de fácil es este pan de soda irlandés, un pan para principiantes, para esos que no tienen ni idea de por dónde empezar a preparar un pan. Y, también es estupendo para aquellos que conocen de todo lo necesario para llevar un pan adelante y que, aún habiendo disfrutado de unos panes caseros maravillosos, saben que hay que tener en cuenta muchos factores a la hora de preparar un buen pan: humedad, temperatura exterior, estado de la masa madre, cuál es la combinación perfecta de harina,... Este pan es, en definitiva, un pan para relajarse.
Es un pan que podéis hacer en el horno pero que yo, para relajarme aún más, preparé en la panificadora.
Como veis últimamente le estoy dando mucho uso a la panificadora y es que le tenía muchas ganas. Eso sí, antes de comprarla me informé sobre los diferentes tipos de panificadoras, las funciones que tienen y los materiales con los que han sido fabricadas. Éste último punto es muy importante.
Y ocurre lo mismo con las sartenes y cacerolas que usamos habitualmente en la cocina. Muchas veces nos dejamos llevar por los precios baratos y no nos fijamos en nada más pero deberíamos ser más exigentes a la hora de adquirir los productos donde vamos cocinar nuestros alimentos.
Empresas como Ecovidasolar se preocupan por ofrecer utensilios de cocina saludable libres de tóxicos, como por ejemplo, sartenes sin Teflon ®, parrillas, woks... Incluso, nos ofrecen la posibilidad de cocinar en Hornos Solares, que como su propio nombre indica, permiten cocinar alimentos aprovechando la energía solar y que, por su forma de cocción, conservan mayor cantidad de nutrientes. Os dejo con un vídeo, donde cocinan con estos hornos.
Y en estos hornos se pueden cocinar todo tipo de recetas, incluso panes como éste que os traigo hoy. Y una de las ventajas que más me ha llamado la atención es la del ahorro que supone cocinar en ellos, teniendo en cuenta que la energía solar no nos cuesta nada (de momento, aunque al paso que vamos...).
No me enrollo más y os dejo la receta de este pan tan rico, cuya miga es densa pero muy suave y cuya corteza es sorprendentemente muy crujiente.
- 450 gr. de harina de trigo
- 250 ml. de buttermilk (os enseñé a prepararlo AQUÍ)
- 1 cucharadita de azúcar
- 10 gr. de sal
- 1 cucharadita de bicarbonato
En la panificadora es tan sencillo como poner las paletas en sus ejes. Añadir primero los ingredientes líquidos en la cubeta y, después, los ingredientes sólidos. Es decir, primero pondremos la buttermilk y después iremos añadiendo la harina, el azúcar, la sal, y el bicarbonato.
Utilizaremos el programa de amasado para mezclar los ingredientes. Con mi panificadora utilizo el programa 1 que amasa desde el principio y lo dejo 5 minutos para que mezcle los ingredientes. Después lo paro.
Pero no es absolutamente necesario mezclar los ingredientes en la panificadora, podéis mezclarlos previamente en un bol hasta que estén bien integrados.
Con los ingredientes mezclados, y ya dentro de la cubeta, le haremos a la masa dos cortes perpendiculares formando una cruz.
Por último, activaremos el programa de horneado, que suele durar una hora en todas las panificadoras pero que, en este caso, tendremos que vigilar por si el pan estuviese horneado antes y no necesitase tanto tiempo. La mejor forma de saberlo es cuando al golpear la corteza del pan, cuando está dura, ésta suena a hueco.
Fuente de la receta: Mimundosalado.blogspot.com
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