Durante mucho tiempo este fue el único pan que se comía en Irlanda, era una receta sencilla, adaptada al clima y a una importante limitación: la falta de levaduras, ingrediente que sí alegraba los panes de los hornos de las grandes ciudades. Además es un pan integral, rico en fibra y muy nutritivo. Como los panes que están tan de moda ahora pero hecho con una receta de hace más de dos siglos.
Queda un pan súper tierno y esponjoso gracias a un ingrediente fantástico que ya casi no utilizamos, el suero de leche o buttermilk. Un derivado de la leche que se obtiene al extraer la mantequilla de la nata (crema de leche), ya veis que se aprovechaba todo. Lo podéis encontrar solo en algunos supermercados pero también lo podéis hacer añadiendo zumo de limón a la leche normal como vamos a hacer hoy. El proceso de elaboración está chupado y en 40′ estaréis saboreando vuestro pan de soda irlandés. Ya veréis que queda un pan de miga densa y que es de los más sabrosos que habéis probado.
Os dejo con esta receta centenaria con la que conoceréis un poco más de la cultura irlandesa. Por si queréis probar alguna cosa más típica de Irlanda, os recomiendo esta receta de porridge o gachas que es tan común como el Irish Breakfast y mucho más saludable.
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Pan de Soda Irlandés ¡Fácil!
El pan de soda irlandés es todo un clásico, y el pan preferido por muchos irlandeses para acompañar un buen bol de sopa ¿Quieres hacerlo en casa?
250 g de harina de trigo de fuerza o normal
250 g de harina de trigo integral
2 cdtas. de bicarbonato de soda
1 cdta. de sal
375 ml de leche (puede utilizarse leche sin lactosa)
2 Cdas. de zumo de limón
1 Cda. de miel
Para hacer el buttermilk solo necesitas mezclar en un bol la leche con el zumo de limón, y dejarlo reposar 15 minutos.
Mientras mezcla en un bol grande las harinas con la sal y el bicarbonato de soda. Incorpora el buttermilk que ya está listo y añade también la miel. Mezcla todo bien con las manos hasta conseguir una masa homogénea, pero algo pegajosa.
Coge la masa y dale forma de bola, colócala sobre la bandeja de horno forrada con papel vegetal . Aplástala un poco y hazle unos cortes superficiales en forma de cruz. Mete el pan al horno precalentado a 210°C y hornea durante unos 15′. Después baja la temperatura a 190°C y hornea otros 15. Saca el pan del horno y comprueba que está bien cocido dándole unos golpes en la base, debe sonar a hueco. Si no es así, vuelve a meterlo en el horno otros 5′ ahora con la base hacia arriba.
Finalmente deja enfriar el pan sobre una rejilla para que la corteza no se reblandezca.
La mejor forma de disfrutar de este pan es la tradicional, untándolo con mantequilla y mermelada.
* Para darle un toque diferente os recomiendo que probéis a añadirle pasas y nueces o hacer una versión más salada añadiéndole a la masa 1 cdta. de hierbas provenzales.
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