El Louise Cake es un postre tradicional en Nueva Zelanda. Se dice que fué creado en Inglaterra en ocasión de la boda de una de las hijas de la reina Victoria, Louise, y posteriormente llevado a Nueva Zelanda por la población inglesa.
En su presentación tradicional, se hace en un molde rectangular y bajo y se corta en porciones cuadradas. En su lugar, he preferido hacerlo en un molde redondo de 24cm porque coge un volumen precioso con el merengue y queda espectacular.
En los último años esta receta había quedado relegada al baúl de los recuerdos, pero últimamente ha renacido con fuerza, pues es una maravillosa opción para tomar en los cafés. Las buenas recetas no mueren nunca, aunque por temporadas decaigan y se las considere old fashion, en algún momento vuelven a resurgir por méritos propios.
Esta es sin duda una de esas recetas que no dejará indiferente a nadie porque la combinación de sus tres texturas (bizcocho, fruta y merengue), sencillamente rozan la perfección.
Esta receta no es exactamente la versión tradicional, tiene algunas variantes. Mi versión es la de Ottolenghi, de su libro titulado DULCE.
Él, a su vez, tuneó un poco la receta original de este postre y yo me he permitido añadir a su receta la mermelada de frambuesa, que sí pertenece a la versión tradicional, y que pienso que todavía mejora más, si cabe, el resultado final.
No es para nada difícil de hacer, solo un poco más laborioso que otro postre, pero el resultado final lo vale. Atrévete a hacerlo y no tengas reparo, es un entretenimiento perfecto para estas tardes de invierno. Eso sí, mejor prepararlo de un día para otro, porque el merengue tiene que secarse.
Ingredientes:
125 gr de harina
20 gr de coco rallado
100 gr de azúcar
125 gr de margarina o mantequilla
3 yemas de huevo
16 gr de levadura Royal (1 sobre)
80 ml de leche
5 ciruelas rojas maduras
ralladura de 1 limón
pizca de sal
mermelada de frambuesa (1 frasco)
Elaboración:
merengue de coco
3 claras de huevo
150 gr. de azúcar extrafino
20 gr de coco rallado
60 gr de almendras laminadas
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharadita de harina de maiz (Maizena)
1 cucharadita de zumo de limón o vinagre
pizca de sal
Forrar con papel de horno el fondo y los laterales de un molde desmontable de 24cm
Batir la mantequilla con el azúcar un par de minutos y añadir las yemas de huevo de una en una hasta que esté todo bién integrado.
Tamizar en un recipiente la harina, la levadura y la sal. Incorporar el coco rallado y mezclar bién.
Juntar el contenido de los dos recipiente y remover con una espátula hasta tenerlo todo bién integrado.
Volcar la mezcla en el molde preparado y meter la horno precalentado a 160º durante 20 minutos.
Mientras tanto, cortamos las ciruelas por la mitad, quitamos el hueso y cortamos cada mitad en cuatro, por lo que al final obtendremos 40 gajos de ciruela.
Sacamos el bizcocho del horno y tostamos un poco las almendras laminadas colocándolas en la bandeja del horno, sobre una lámina de papel de aluminio, durante 10 minutos.
Esparcimos varias cucharadas de mermelada de frambuesa sobre el bizcocho horneado (sin sacarlo del molde) y colocamos los gajos de ciruela encima, con el corte hacia abajo, sin acaballarlas, cubriendo toda la superficie.
Preparamos el merengue poniendo las claras y la pizca de sal en un recipiente. Batimos con las varillas eléctricas a velocidad media hasta que se formen picos suaves, como una espuma. Aumentamos la velocidad al máximo y vamos añadiendo el azúcar de cucharada en cucharada y batiendo a la vez, hasta que las claras estén compactas y brillantes.
Añadimos la vainilla, el vinagre y la Maizena y seguimos batiendo un par de minutos más hasta que el aspecto sea compacto y brillante.
Al final incorporamos las almendras laminadas y el coco y mezclamos con una espátula.
Extendemos el merengue en el molde, sobre las ciruelas, de forma uniforme y formamos unas ondas y picos sobre la superficie.
Horneamos a 150º, con calor solamente en la parte de abajo del horno, durante 60 minutos.
Sacamos el pastel del horno y dejamos enfriar una hora antes de desmoldar.
Fuente: este post proviene de Mis bizcochos caseros, donde puedes consultar el contenido original.
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