INGREDIENTES (4 personas):
- 3/4 kg de pechuga de pollo limpia y troceada
- 1 kg de tomates
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 4-5 dientes de ajo
- sal
- una pizca de bicarbonato sódico
- aceite de oliva (AOVE)
ELABORACIÓN:
Primero lavamos y troceamos el pollo, quitándole toda la grasa que pueda tener. En una olla, ponemos un poco de aceite de oliva y doramos a fuego medio los ajos pelados y laminados. Añadimos el pollo y le echamos sal. Lo rehogamos un poco durante 5 minutos. Mientras tanto pelamos el tomate y lo troceamos junto con el pimiento y la cebolla y lo batimos todo con la batidora eléctrica. Una vez el pollo esté rehogado, añadimos la mezcla del tomate y un poco de sal. Echamos la pizca de bicarbonato para eliminar la acidez del tomate y dejamos cocinar a fuego medio (con la olla destapada) hasta que la salsa de tomate se reduzca a la mitad. Probamos de sal y rectificamos si fuera necesario. Y listo! Una forma muy buena de comer el pollo, que siempre a la plancha aburre, jeje.