En esta ocasión, vamos a mostraros cómo preparamos un sabroso pollo con verduras en salsa de soja.
Con muy pocos ingredientes, conseguiremos una receta muy sabrosa, y que en pocos minutos tendremos preparada para degustar.
Ingredientes (2 personas)
1 pechuga de pollo troceada en trozos pequeños
1 pimiento verde (100 gr)
1 pimiento rojo (100 gr)
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1 cucharada sopera de kétchup
1 cucharada sopera de azúcar moreno
4 cucharadas soperas de salsa de soja.
Sal
Pimienta negra
Aceite de oliva
Preparación
Lavaremos y trocearemos los pimientos en brunoise, desechando el tallo y las semillas y lo reservaremos.
Pelaremos y laminaremos la cebolla y también, la reservaremos.
Pelaremos y laminaremos el ajo y lo reservaremos.
Pondremos una sartén al fuego, con un chorrito de aceite y cuando esté caliente, añadiremos el pollo, previamente troceado y salpimentado. Dejaremos dorar por todos los lados y cuando esté, lo retiraremos y reservaremos.
Mientras se va dorando el pollo, en un wok o sartén, añadiremos unas gotitas de aceite e incorporaremos los pimientos, la cebolla y el ajo y los saltearemos, durante unos minutos.
Cuando los tengamos salteados, añadiremos la cucharada de kétchup y removeremos bien.
Pasados unos pocos segundos, agregaremos el azúcar y removeremos bien.
A continuación, incorporaremos la salsa de soja, removeremos y dejaremos que se vaya reduciendo.
Por último, añadiremos la pechuga que teníamos reservada y removeremos bien, para que se integre al resto de los ingredientes. Dejaremos al fuego, durante 5 minutos más.
Pasados estos 5 minutos, ya tendremos preparada para degustar esta deliciosa receta.
La carne de pollo, es una de las más recomendadas para incorporar proteínas y nutrientes a nuestro organismo. Es ideal para preparar comidas completas para toda la familia; además, si se consume sin piel, tiene un bajo contenido en grasas.
Tiene una importante cantidad de proteínas, con un alto valor biológico.
Vitaminas, aporta una gran cantidad de vitamina B concretamente, gracias a la cual nos ofrece protección en nuestro sistema nervioso e interviene en el metabolismo que provee de energía el cuerpo.
Minerales, como: hierro, que interviene en la formación de los glóbulos rojos, el transporte de oxígeno; fósforo, esencial en la formación de los huesos; potasio, esencial para la contracción muscular y el correcto funcionamiento del corazón y Zinc, que mejora el sistema inmunitario.
Este tipo de carne, contiene muy poco colesterol, excepto si lo coméis con piel; de este modo, tiene un mayor contenido en grasas y colesterol.
Podemos diferenciar varias partes:
La pechuga, sin piel, es la parte que contiene más o menos grasas y colesterol.
Muslo, este parte, contiene menos propiedades, que la pechuga y el triple de grasa.
Pata, contiene menos proteínas que la pechuga y el triple de grasa.
Alas.
Vísceras, contienen 5 veces más cantidad de grasa que el pollo, no obstante, proporcionan una gran cantidad de minerales y vitaminas.
Su digestión es muy sencilla y es muy bien tolerado por quienes sufren trastornos digestivos, ya que el tejido conjuntivo que lo conforma, es más fácil de desintegrar.
¡Espero que os haya sido de ayuda este post! ¡Os esperamos en el siguiente!
Fuente: este post proviene de La maleta de Maggie, donde puedes consultar el contenido original.
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