Hola! ¡Buenos lunes a tod@s!
Esta semana no se me va a olvidar publicar ninguna receta, que ya las tengo todas preparadas y empiezo con una que llevo haciendo en casa toda la vida. Es una receta sencilla y rápida y será la costumbre, pero siempre la he acompañado con arroz blanco. Y como mientras se hace el arroz se va haciendo el pollo, en menos de media hora tienes el plato completo.
Se puede hacer con pechugas de pollo o contramuslos deshuesados (a mi me gustan más porque son más jugosos que la pechuga). Luego se pone bien de cebolla y vino blanco y aunque la salsita con el arroz está divina, no hay que olvidarse de sacar pan en cantidad.
Ingredientes:
- 800 gr. de pechuga de pollo, contramuslo o muslo deshuesado
- 2 cebollas grandes
- 2 dientes de ajo
- 1 vaso de vino blanco
- 1 pastilla de caldo de pollo o carne
- sal y aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1. Picamos los dientes de ajo y los salteamos en una cazuela con un poco de aceite de oliva. En cuanto el ajo empiece a tomar color, sin quemarse, añadimos el pollo cortado en tiras y sazonamos con sal. Rehogamos hasta que el pollo pierda el color de crudo.
2. Añadimos las cebollas cortadas en pluma y rehogamos unos cinco minutos aproximadamente, removiendo continuamente.
3. Regamos con el vino blanco y añadimos la pastilla desmenuzada. Damos unas vueltas, bajamos el fuego y tapamos hasta que la cebolla está hecha del todo (más o menos 15 minutos)
Si empiezas a hacer el arroz al principio de la receta, ya lo tienes todo hecho!