Todos los años la cena de Nochebuena se celebra en casa de mi madre. A ella no le gusta salir de noche y prefiere que se haga en su casa. Todos colaboramos llevando algo para que no sea muy pesado para ella y este año yo aportaba el plato principal.
Unos días antes había ido con ella a su carnicero de confianza, el de toda la vida y le pedimos que nos preparara una pechuga de pollo grande para rellenar. En la carnicería ya tienen pollos rellenos listos para guisar pero en casa somos algo delicados para los rellenos y preferí hacerlo yo misma.
Como no lo había hecho nunca, la mujer del carnicero, Mari, me dio su receta y esta es la que he usado, con algunas variaciones que se adaptan a nuestros gustos.
No es un plato difícil de hacer, entretenido si, pero no complicado. Lo peor de todo fue, y no os vayáis a reír, meter el pollo en la redecilla. ¡Como se resistió el condenado!
INGREDIENTES:
1 pechuga de pollo con piel , abierta y deshuesada (la mía pesaba 1100 gramos)
350 gr de carne picada mixta (cerdo y ternera)
40 gr de piñones
125 gr de ciruelas pasas sin huesos
2 latitas de paté (unos 150 gr)
75 gr de taquitos de jamón picado fino
2 huevos cocidos
Sal y pimienta
SALSA:
3 cebollas
3 zanahorias
2 hojas de laurel
4 tomates desecados
1 puñado de orejones
1 vasito de vino blanco (unos 150 ml)
1 vaso de agua (unos 250 ml)
PREPARACIÓN:
Pedimos a nuestro carnicero de confianza que nos prepare una pechuga de pollo grande abriéndola para rellenar, pero que no le quite la piel pues luego nos ayudará a cerrarla.
En un bol grande ponemos los ingredientes del relleno: la carne picada, piñones, jamón, paté y las ciruelas picadas pequeñitas. Mezclamos todo muy bien.
Sazonamos la pechuga con sal y pimienta por dentro. Extendemos el relleno por toda la pechuga y aplastamos bien. Colocamos los dos huevos cocidos en el centro y enrollamos cerrando la pechuga de manera que quede cubierta por la piel. Nos quedará un rulo grande. Metemos este rulo en una redecilla elástica de cocinar. Este paso es el más complicado. Deberéis contar con ayuda pues sola yo no pude. Cuesta un poquito pero al final se consigue. Una vez metido el pollo en la redecilla, sazonamos por fuera.
En una olla ponemos un fondo de aceite a calentar y doramos el pollo relleno por todos lados. Al mismo tiempo, en la olla rápida ponemos a pochar las cebollas picadas con un poco de aceite y agregamos las zanahorias peladas y a trozos. Cuando la cebolla esté transparente le incorporamos el pollo relleno ya dorado. Agregamos las hojas de laurel, el tomate disecado, los orejones, el vino y el agua. Cerramos la olla y dejamos que la válvula suba a fuego fuerte. Cuando la válvula esté arriba bajamos el fuego y cocinamos unos 30 minutos.
Al acabar el tiempo, esperamos que la vávula de la olla baje para poder abrirla con seguridad y pinchamos el pollo, si no ofrece resistencia la carne y sale limpio el palillo ya lo tenemos listo. Retiramos con cuidado el pollo a un plato (cuidado que pesa bastante) y trituramos todos los ingredientes de la salsa, excepto las hojas de laurel que retiraremos.
Guardar envuelto en papel de aluminio en la nevera hasta el día siguiente para poder cortar sin que se desmorone la carne. Servimos con la salsa caliente.
En un bol ponemos la carne picada, los piñones, el jamón, las ciruelas picadas y el paté. Lo mezclamos todo muy bien.
La pechuga abierta. La sazonamos con sal y pimienta por dentro.
Extendemos el relleno por toda la pechuga y ponemos los huevos cocidos en el centro.
Ahora enrollamos la pechuga y la "envolvemos" con su propia piel. Nos quedará un rollo muy grande.
Ahora viene lo único difícil, meterlo en la redecilla. Yo lo hice con mucho esfuerzo jejeje y con ayuda, sola no pude. Pero aunque fue una lucha dura, gané.
Cerramos los dos extremos haciendo un par de nudos. Ahora sazonamos por fuera.
En una cazuela con aceite, vamos a dorar y sellar el rollo de pollo. Fijaros que grande quedó.
Cuando lo tengamos bien dorado por todos lados lo reservamos aparte.
Ahora en la olla rápida ponemos a pochar las cebolla y las zanahorias en un fondo de aceite. Cuando esté transparente la cebolla introducimos el pollo.
Agregamos el vino, el agua, los tomates secos, un puñado de orejones y el laurel. Lo dejamos cocinando unos 30 minutos.
Al acabar el tiempo, retiramos el laurel y trituramos todos los ingredientes de la salsa. El pollo lo dejamos enfriar y lo guardamos en la nevera envuelto en papel de aluminio. Antes de servir lo cortamos en rodajas.
Un pollo relleno a nuestro gusto. Vosotros podéis hacerlo con el relleno que más os guste.
Queda muy tierno, y se come en frío con la salsa calentita.