Dentro de los clásicos polvorones, además de los de almendra tenemos los polvorones de chocolate. La base de esta receta es la misma, manteca de cerdo, almendra molida y azúcar, con el añadido del cacao en polvo. La cuestión es aromatizar esta dulce con diferentes toques, ya sea con cacao como el caso de estos polvorones de chocolate, o incluso limón, naranja o incluso algún licor.
Como resultado unos polvorones con intenso sabor a chocolate, no excesivamente dulces y muy ricos que hará las delicias de los amantes de eso, del chocolate.
RACIONES: 15 ud.
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 30 minutos + horno
POLVORONES DE CHOCOLATE:
500 gr. HARINA
250 gr. MANTECA DE CERDO A TEMPERATURA AMBIENTE
90 gr. ALMENDRA MOLIDA
150 gr. AZÚCAR
35 gr. CACAO SIN AZÚCAR
AZÚCAR MOLIDO PARA DECORAR
1.- Lo primero que tenemos que hacer es tostar la harina. En una sartén a fuego medio alto calentamos directamente la harina sin para de remover hasta que haya conseguido un tono tostado. Es muy importante que no paremos de remover ya que en cuestión de segundos podría quemarse. Dejamos que se enfría antes de utilizarla.
2.- En un bol mezclamos la manteca de cerdo con el azúcar hasta formar una crema. La manteca ha de estar blandita para poder trabajarla.
3.- Incorporamos al bol la harina ya fría tamizándola para deshacer grumos que seguramente se han formado durante el proceso de tostado.
4.- Añadimos la almendra molida y el cacao y mezclamos bien. La masa nos va a quedar como una arena suelta, sin ligar.
5.-Compactamos ligeramente la masa y la ponemos sobre un papel sulfurizado en una mesa de trabajo. Compactamos la masa hasta formar una plancha de unos 2 cm. de espesor. Con el cortapasta que vayamos a utilizar hacemos las porciones de los polvorones y los vamos colocando en una bandeja de horno. Recogemos la masa sobrante y repetimos la operación hasta acabar.
6.- Con el horno precaliente a 180ºC los horneamos durante 12 minutos más o menos. El tiempo dependerá un poco del tamaño y el grosor final que les hayamos dado.
7.- Retiramos la bandeja del horno y con mucho cuidado y la ayuda de una espátula, trasladamos los polvorones a una rejilla hasta que se enfríen.
Una vez fríos los espolvoreamos con azúcar molido o con azúcar glass y ya estarían listos para disfrutarlos.
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