Para el Desafío de este mes de Diciembre, la propuesta ha sido muy navideña. Uno de los dulces mas tradicionales de nuestra gastronomía y que no falta en nuestras mesas. Yo es la primera vez que cocino polvorones, y la razón es porque no me gustan, quizá por eso el primer intento resultó falluto, se me tostaron demasiado y fueron a la basura. Pero como me encanta este reto, las Boss y tod@s los componentes del grupo, me he puesto manos a la obra y en el segundo intento, me han salido muy buenos, se parecen mucho a unos mantecados que hacía mi madre y que están en mi blog.
Con estos polvorones os deseo a tod@s Feliz Navidad y un año nuevo lleno de cosas buenas.
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Ingredientes:
250 gr de harina
50 gr de azúcar glas
1 cucharada de anís seco
1/2 cucharadita de canela molida
120 gr de manteca
ralladura de un limón
azúcar glas para espolvorear
Preparación:
Ponemos la harina extendida en una bandeja de horno para hornearla durante 1 hora a 120 grados, hasta que esté un poco doradita, moviéndola de vez en cuando para que se tueste por todos lados.La dejamos enfriar y la tamizamos.
Ponemos en un bol la harina tamizada, el azúcar glas tamizado, el anís, la ralladura de limón, la canela y por último la manteca a temperatura ambiente.
Hay que amasar bien durante un buen rato hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Sacamos la masa del bol, hacemos una bola , la envolvemos en papel film y la dejamos reposar durante 1 hora en el frigorífico.
Cuando la saquemos, la estiramos con un rodillo y la dejamos más o menos de 1 centímetro de grosor. La vamos cortando con un cortapastas. Con los recortes que sobran los volvemos a amasar, estiramos y hacemos lo mismo hasta agotar toda la masa.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Colocamos los polvorones en una bandeja de horno cubierta con papel de horno y horneamos durante 15 minutos.
Sacamos del horno y dejamos enfriar en la misma bandeja. Cuando estén bien fríos los espolvoreamos con azúcar glas.
Si queréis ver el resto de recetas participantes en este reto, pinchad en este enlace
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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