Por eso ya estaba tardando en hacer algo con este delicioso licor de limón. Bueno, en realidad lo he hecho con limoncello y con crema de limoncello, que es básicamente limoncello con crema de leche y azúcar. Lo bueno de esto ha sido que no he añadido nada de azúcar al postre, por esto y por la leche condensada.
La textura no llega a ser la de una mousse, porque he usado queso quark y nata (crema de leche) en lugar de usar sólo nata (crema de leche) o claras a punto de nieve. Con esto he querido añadir un poco más de acidez a la del limoncello con la del queso. El resultado es un postre que creo que ha quedado muy refrescante y ligero, y con un rico sabor a limoncello.
Os paso los ingredientes para unos 4 ó 5 vasitos (o tarritos en este caso):
- 200 gr de queso quark natural
- 150 ml de nata (crema de leche) para montar
- 2 cucharadas de leche condensada
- 4 cucharadas rasas de limoncello
- 3 cucharadas de crema de limoncello + 1 cucharadita por recipiente para topping
- 1 hoja de gelatina
- arándanos deshidratados
Preparación:
Antes que nada montamos bien la nata (crema de leche) y la dejamos en la nevera.
Ponemos también en remojo en agua caliente los arándanos para que se rehidraten, y ponemos a remojo la gelatina en un recipiente con agua fría.
Mientras, batimos bien el queso quark con la crema de limoncello y la leche condensada.
Calentamos el limoncello un poco en el microondas, escurrimos la hoja de gelatina y la diluimos en el licor. Dejamos que pierda un poco el calor y la añadimos a la mezcla de quark. Lo incorporamos bien y pasamos a añadirle la nata montada (crema de leche). Lo mezclamos bien hasta que la mezcla sea homogénea. Lo tenemos preparado para emplatar.
Escurrimos y secamos los arándanos. Llenamos los vasitos o recipientes con la mezcla y la adornamos por encima con unos pocos arándanos. Finalmente le ponemos una cucharadita de crema de limoncello por encima. Y a la nevera hasta la hora de servir.
Rápido, fácil y no apto para los peques ;)
¡Que aproveche!