16 placas de pasta para canelones
300 g de espinacas frescas
300 g de queso crema Philadelphia
40 g de piñones
2 dientes de ajo pequeños
Bechamel
100 g de queso roquefort
Aceite de oliva
Pimienta negra molida
Sal
Agua
Lo primero que tienes que hacer es la salsa bechamel. Puedes hacerla siguiendo nuestra receta haciendo clic aquí. Cuando tengas lista la bechamel puedes añadirle el queso roquefort y dejar hasta que se derrita y añade pimienta molida al gusto.
En una cacerola grande añade el agua y una pizca de sal. Pon a calentar y cuando hierva añade las placas de los canelones una a una para que no se peguen. Baja el fuego y deja que se hagan durante 10 minutos.
En una sartén grande, coloca los piñones y pon a tostar a fuego medio, con cuidado de que no se quemen. Cuando estén doraditos, retira del fuego y reserva.
En una sartén con un chorrito de aceite de oliva pon los ajos pelados y cortados en láminas finas y deja que se doren a fuego medio, con cuidado de que no se quemen. Cuando se doren, pícalos un poco en la picadora junto con los piñones. Reserva.
En la misma sartén con un chorrito de aceite de oliva, coloca las espinacas con una pizca de sal. Deja cocinar unos 5 minutos y después cuela las espinacas para retirar el exceso de agua. Después pícalas también en la picadora.
Con las espinacas en la picadora, añade el queso crema y vuelve a picar para que se integren bien. Añade los piñones y ajos triturados y vuelve a picar un poco para que se mezcle todo.
Reparte la mezcla entre los canelones y enrolla las placas uniéndolas por debajo para que no se abran.
Coloca los canelones en una bandeja de horno y cubre con la bechamel caliente. Si quieres también puedes añadir por encima un poco de queso rallado.
Introduce en el horno a 160º C con el gratinador activado y deja que se dore la bechamel y se derrita el queso.