La receta que os presento hoy era totalmente desconocida para mí pero tengo que decir que se ha convertido en otra de mis básicas en el recetario y ha sido la elegida para el reto de Tothom a la Cuina. Se trata del Suikerbrood, un pan dulce típico en Holanda que se regalaba a las madres cuando el bebe era niña para que se fortaleciese rápido.
Tengo que decir que su sabor es estupendo, es fácil de preparar y ha gustado a todo el mundo en casa, asi que es una receta recomendable cien por cien.
Ingredientes
7 gr. de levadura de pan seca
200 ml de leche
325 gr. de harina
20 gr. de azúcar glas
5 gr. de sal
50 gr. de mantequilla sin sal
200 gr. de azúcar cande (Se vende en tiendas de Te)
1 cucharada de canela
Preparación
Empezaremos la receta templando la leche y agregándole después la levadura. Aparte, tamizamos la harina con el azúcar glas y la sal y lo incorporamos a la mezcla de leche. A continuación, le agregamos la mantequilla y lo amasamos bien. Esta primera mezcla debemos taparla y dejarla reposar en una zona cálida de la masa durante 20 minutos para que leve.
Pasado este tiempo, amasamos un poco para que se desinfle y le agregamos la canela y el azúcar cande, amasándolo todo bien y formando una bola que dejaremos reposar hasta que haya duplicado su tamaño.
Con respecto al azúcar cande, tengo que deciros que no la conocía, se trata de unas roquitas de azúcar que por sus propiedades, tarda mucho en fundirse y por ello, a altas temperaturas como las de nuestro horno, no llega a integrarse del todo en la masa y quedan zonas húmedas que dan el toque tan especial a nuestra receta.
Una vez que la masa ha duplicado su tamaño, lo ponemos en nuestro molde engrasado y lo horneamos a 170 grados durante 30 minutos. Recordad precalentar el horno!! Por último, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar cinco minutos en el molde y después lo pasamos a una rejilla para que enfríe totalmente.!!
Espero que os guste!!!!