El mole es uno de los platillos más representativos de la cocina en México, que tuvo sus orígenes en la época prehispánica, cuando los aztecas preparaban un platillo que llamaban mulli. Tras la llegada de los españoles, está receta se transformó al añadir algunas especias que habían traído. Sobra decir que a lo largo de los años también se ha ido cambiando para hacerla más sencilla y se quitan o añaden otros ingredientes. Existen muchas variantes del mole, como el verde, el rojo, el que se hace con pollo, puerco o hasta guajolote. Para esta vez les traigo la receta del rojo con pollo. Es un plato un poquito tardado de hacer pero vale la pena, en México es común servirlo en las fiestas.
Ingredientes:
Un pollo cortado en piezas
Media cebolla rebanada
1 Plátano en rodajas
2 o tres tomates verdes (Es importante que conserven su hoja)
1/4 taza de pasas
1 bolillo rebanado (Puede ser ya medio duro)
6 chiles mulatos lavados y desvenados
6 chiles pasilla
5 clavos
2 cucharadas de cacahuates pelados, o/y 10 almendras.
Un trocito de jengibre
Un poco de canela
1 tablilla de chocolate de mesa
Ajonjolí
Preparación:
Poner a cocer el pollo con ajo, casi al final agregar la sal. Freír en aceite todos los ingredientes (menos el pollo, clavos, cacahuates, jengibre, canela, chocolate y ajonjolí). Poner a remojar en el caldo de pollo todos los ingredientes ya sea que se frían o no (menos el pollo). Licuar poco a poco los ingredientes y colarlos, ponerlos en una cacerola a que hiervan (de preferencia de barro), moviendo constantemente, cuando empiece a hervir rectificar si hace falta agregar más sal o agua (debe quedar un poco aguado), ya que tenga la consistencia que desee, agregar el pollo y dejar hervir 5 minutos más sin dejar de mover de vez en cuando. Servir con arroz y unas hojas de lechuga. Adornar con cebolla rebanada muy delgada y ajonjolí al gusto.
Mole sin ajonjolí, ni para ti ni para mí.