2 cebollas dulces
2 huevos
80 g de maicena
80 g de harina
200 ml de leche
Aceite de oliva
Sal
Pon a calentar una sartén con aceite para freír.
Corta las cebollas en aros de medio cm aproximadamente y espolvorea con harina.
Separa las yemas de las claras de los huevos y monta las claras a punto de nieve.
Mezcla las yemas con la maicena, la harina, la leche, 1 cucharada de aceite, sal y las claras montadas.
Sumerge los aros de cebolla enharinados en la pasta de freír y el aceite.
Fríe a fuego suave hasta que se doren.
Coloca sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite y listo.