400 g de frutas rojas limpias (frambuesas, fresas, arándanos, moras...)
1 pizca de miel
1 pomelo
20 cl. de leche concentrada fría
1/2 rama de vainilla
2 claras de huevo
1 cucharada sopera de fructosa
Mezcla todas las frutas rojas con la miel, el zumo de pomelo y la ralladura y reserva en la nevera.
Rasca los granos de la vainilla y mezcla con la leche concentrada en un bol congelado.
Añade una pizca de sal.
Monta la leche concentrada de manera que quede bien firme.
En otro bol, monta las claras y una vez montadas añade la fructosa.
Mezcla las claras montadas con la leche concentrada montada delicadamente con una espátula de goma y con movimientos envolventes.
Coloca en copas las frutas rojas y cubre con el chantilly ligero.