Es un cheesecake con la base y parte superior de bizcocho red velvet en lugar de la base de galletas trituradas, o depende de como se mire, es un tarta red velvet con el relleno de cheesecake en lugar de la crema de queso.
Aunque es un poco más laboriosa de hacer que una simple tarta red velvet porque se tiene que añadir la elaboración del chesecake, el resultado vale la pena y es delicadamente delicioso.
Para la decoración utilicé fresas, frambuesas, bolas doradas de chocolate y pinté el borde de la tarta y las frutas con pintura dorada comestible para darle un toque más elegante y festivo. Me encanta como queda la tarta con el toque dorado, a partir de ahora creo que voy a pintar muchas más tartas con oro.
Como la receta tiene varias elaboraciones es mejor hacer el día anterior el cheesecake y el bizcocho red velvet y así sólo quedará hacer el frosting y montar la tarta el día siguiente.Para un molde de 20 cm, la receta de la tarta red velvet la tenéis en este post y para el cheesecake se necesita:INGREDIENTES
-550 gr de queso crema tipo Philadelphia
-130 gr de azúcar
-2 huevos
-160 ml de crema agria (se puede sustituir por nata (crema de leche) para montar con un chorrito de limón y esperar 15-30 minutos)
-2 cucharaditas de extracto de vainilla
ELABORACION
Engrasar el molde de 20 cm y poner un disco de papel de hornear en la base y laterales para poderlo desmoldar con facilidad.
En un bol poner el queso crema y el azúcar y batir a velocidad baja, no queremos meter aire en la masa.
Añadir los huevos ligeramente batidos.
Incorporar la crema agria y el extracto de vainilla y batir hasta integrar.
Hornearlo 15 minutos a 170º y luego bajar la temperatura a 120º unos 60 minutos más.
Pasado este tiempo si movemos el molde y vemos que flanea ya estará.
Abrir la puerta del horno y dejarlo dentro una hora más.
Después, sin desmoldar, meterlo en la nevera toda la noche o en el congelador unas horas.
Para el montaje del red velvet cheesecake:
Sobre un plato de presentación poner el primer bizcocho, encima el cheesecake y despúes el segundo bizcocho.
Aplicar una primera capa de frosting de crema de queso (la receta la tenéis aquí) y ponerla en la nevera para que se enfríe un ratito.
Añadir una capa de crema de queso más generosa sobre la tarta y nivelar con una espátula.
Finalmente decorarla al gusto, en mi caso con fresas, frambuesas, bombones de chocolate y pintura dorada.
Antes de pintar la tarta, la meteremos en la nevera para que la crema de queso se enfríe ya que para aplicarle el dorado el frosting tiene que estar bien frío
Espero que os guste.