Justo hace una semana estaba disfrutando de mi minis vacaciones... Igual que el año pasado me vuelvo a escapar a ver a mi pareja a Tenerife, La Laguna.
Siempre que podemos nos alojamos en el Hotel Nivaria.
Este tiene un gran restaurante, el Plaza... En el año 2011 celebramos allí con unos amigos la cena de fin de año.
El hotel y su restaurante tiene todo lo que a mi me gusta, buenos precios, calidad y buen servicio. Ahh, también esta en el mejor lugar de la isla (La Laguna)... Ideal para pasear, ir de compras y comer en cualquiera de sus restaurantes, tabernas y demás.
El local tiene un patio acristalado que lo hace muy acogedor.
Los platos de la carta son elaborados con productos 100% ecológicos cosechados en su propia finca, o de proveedores ecológicos. Los camareros son muy atentos, uno de ellos nos explico, que la carta la suelen cambiar muy amenudo para ofrecer variedad a los clientes más asiduos.
La Laguna tiene una gran variedad de sitios donde podemos disfrutar de una buena comida. Pero en esta ocasión decidimos probar las maravillas que ofrecen en el restaurante del hotel.
De entrada tomamos un aperitivo muy sencillo y típico en nuestra tierra: unos tomates con queso blanco aliñados con aceite de oliva y orégano.
Para beber, mi acompañante pidió un batido de papaya con agua.
Habíamos desayunado tarde, cuando llegue a Tenerife. Por eso pasamos al primer y único plato. Mi pareja pidió un exquisito bacalao confitado en aceite de oliva y servido sobre una salsa verde de guisantes, con unos espárragos blancos y unos boniatos crujientes.
Las texturas y los sabores combinaban perfectamente.
Para mi pedí un magret de pato con salsa de naranja, servido con unas verduras y queso del hierro. La carne estaba muy jugosa y los filetes bien cortados. La salsa de naranja me encanta, le da un sabor especial a la carne. Y el queso del Hierro, ¡sorprendente!
Para marinar el plato tome una copa de vino blanco afrutado de la tierra.
Llego la hora de tomar el postre; mousse de chocolate Belga, servido con nata (crema de leche) y una salsa de frutas rojas.
Un postre sencillo con un sabor espectacular.
Después del almuerzo nos fuimos de compras a Santa Cruz y vimos una película en el cine.
Cuando regresamos al hotel, estaba lloviendo. No es muy habitual que eso suceda en esta época del año. Pero a mi me gusto mucho tener ese tiempo tan invernal, me trajo gratos recuerdos.
Fotografía tomada desde la habitación del hotel.
La mañana siguiente, mas de lo mismo. Lluvia de invierno...
Habíamos contratado un paseo a caballo por la Orotava, temíamos que se suspendiera. Pero por fortuna solo llovió en La Laguna y sus alrededores. Nos pasamos día fuera.
Por la noche volvimos a cenar en el restaurante Plaza. Una cena ligera, solo pedimos unos entrantes para compartir.
Un carpaccio de melón bañado con Oporto y unas croquetas de jamón serrano.
Un aperitivo clásico de la cocina española: melón con jamón serrano. Presentado de una manera muy bonita y original.
También disfrute de un rico plato de salmón ahumado sobre capa de batata con una salsa holandesa con alcaparras y eneldo. Digo disfrute, porque mi pareja no lo probó. Hubo una pequeña confusión sobre la salsa, esperábamos una salsa glaseada con eneldo; una salva verde más ligera... Pero esto no le resta merito al plato; sabores dulces, ahumados y salados que me gustaron mucho... Volví a tomar otra copa de vino blanco afrutado y mi acompañante vino blanco seco.
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