Y sin más, porque si no esta entrada va a quedar inmensa, procedemos a analizar las respuestas a las diferentes preguntas formuladas,
Si vienen niños a pedir aguinaldo?
Nada más y nada menos que el 34 % habéis contestado que pedís que se os cante ?Cholito toca y retoca? a dos voces o no soltáis un euro. Lo entiendo, es un villancico precioso, pero demuestra palpablemente lo que sois: ¡unos agarraos tendentes a la explotación infantil!, ahí, exigiendo a los pobres niños que fuercen la voz para no soltar dinero.
Particularmente a mi me parece más honesta la opción de no abrir la puerta y ya está, formulada por el 26 % de los encuestados.
Lo mejor de todo es que sólo el 16 % se muestra dispuesto a aflojar ?la pasta? alegremente.
* Importante, una seguidora comentó en Twitter que ella abría la puerta, dejaba cantar a los niños y posteriormente, con la mirada fija en el horizonte, cerraba la puerta muuuy despacio. Que ni decir tiene que esta opción me parece de una crueldad intolerable, por lo que me sumo a ella sin la menor duda y pondré en práctica hoy mismo.
Ante la opción de los Reyes Magos o Papá Noel?
La mayoría, un 74 %, ha respondido que los Reyes Magos. Algunos os habéis quejado por no poder votar a los dos, ¡cómo si la vida fuera de color rosa!, ¡no hombre no!, ¡hay que elegir!, ¿quieres más a papá o a mamá?, aquí no vale el I want It all.
La pregunta dirigida a los dulces navideños?
Con un 31 % de los votos, han ganado los polvorones (desconozco si alguna respuesta iba con segundas, la pregunta no, aquí somos muy serios), aunque el voto se ha dividido bastante y a éste que suscribe le sorprende que los roscos de vino hayan obtenido los mismos votos que los alfajores, cuando los segundos están, objetivamente hablando, muchísimo más ricos que los primeros ¡y no me lo discutáis!.
Lo de las peladillas?
Requiere una respuesta a fondo mucho más desarrollada, pero a grandes rasgos demuestra nuestra hipótesis y nos ayuda a impulsar una campaña en pro de la eliminación de subvenciones (si las hubiera) para la producción de esas eternas, indestructibles, incomprensibles y anacrónicas bolitas blancas que crecen y se multiplican por los rincones navideños.
También demuestra que hay un 26 % de la población que requiere de urgente tratamiento psiquiátrico, pues manifiesta que le gustan las peladillas en un claro ejercicio de querer llamar desesperádamente nuestra atención disimulando otras gravísimas carencias emocionales. Tranquilos, hay solución, la ayuda es posible, hay grandes profesionales.
* Por favor, absteneos de hacer la gracia de regalarme peladillas. Ya se os han adelantado (cómo no podía ser de otra forma).
En la cena de Nochebuena?
Gana el cordero, pero de nuevo se reparte el voto y aquí tendremos que afinar más, porque hemos dejado a mucha gente fuera, ya que un 23 % manifiesta cenar algo diferente a las opciones planteadas. De hecho seguro que alguno cena algo delicioso sacado de un recetario para solteros con microondas o una pularda rellena precocinada de las que anuncia Josemi Rodríguez Sieiro.
En la decoración del hogar?
Sois mayoritariamente víctimas del consumismo sajón y os habéis dejado conquistar por el arbolito, eso sí, sin luces desde el día 1 de enero. Y habéis arrinconado el tradicional belén que sólo coloca el 15 % de los encuestados (aproximadamente el mismo porcentaje de población ponía un Papá Noel colgado de la ventana hasta el año pasado, afortunadamente ésta moda está en franco retroceso).
Más preocupante es el hecho de que un 28 % ponga espumillón hasta en
Aquí si permitimos la respuesta ?todo?, puesto que revela una personalidad ?Kitsch? muy apreciada en este espacio.
En nochevieja?
La mayoría se come las uvas sin problemas y a tiempo y es que desde que la pifia de la gran Marisa Naranjo, se ha quedado todo tan clarito y han dejado tanto tiempo que ya no tiene gracia. Antes, en todas las familias había un abuelo atragantado, un cuñado con la boca llena de uvas que las soltaba en una risotada desparramente, etc?
El turrón?
De chocolate, sin dudas ni discusiones, ¡como debe ser!.
Conclusión:
La mayoría de vosotros sois unos tacaños explotaniños que no suelta un euro de aguinaldo en una casa decorada con un árbol de navidad y espumillón a mansalva, Preparáis una cena variada en la que el cordero y unas viandas misteriosas ocupan el centro de una mesa en la que no pueden faltar las peladillas (las mismas desde 1984) y en la que, sorprendentemente, os coméis los roscos de anís en similar proporción a los alfajores.
En nochevieja os coméis las uvas sin problemas y luego os coméis turrón de chocolate.
Por cierto, ¿con qué brindáis?, ¿cava ochampagne?, ¿sidra?, ¿agua con gas? ¿Vino de hielo elaborado a partir de Gewürztraminer?.
En fin, esperamos que esta entrada os haya entretenido, porque está claro que servir, lo que se dice servir, esta encuesta no sirve para nada, pero aquí te dejo el enlace para que veas como ha salido
¡Ah!, ¡Felíz Navidad!