Un dulce que no puede faltar ninguna noche de Reyes. En mi casa ya es tradición....volver de la cabalgata y tomar un chocolate caliente o un buen vaso de colacao y un trozo de roscón. Y amanecer el día de reyes y después de abrir los regalos, terminar con el poco que haya quedado. Y este año no va a ser menos. Relleno de nata (crema de leche), de trufa, de crema o sin relleno para mojar en la leche. Como más os guste. Yo esta vez lo he hecho relleno de nata (crema de leche) que es el que más se come en casa.
He de decir que estoy más que contenta con el resultado de este roscón...y más cuando mi padre (poco dado a los duces de este tipo, la verdad) dijo cinco "muy" ante de decir bueno. Vamos que su frase fue "hija, el roscón te ha quedado muy, muy, muy, muy, muy bueno". Como para no estar contenta!!!
IngredientesPrefermento90 gr de harina de fuerza50 gr de leche
2 gr de levadura fresca
Masa
140 gr de prefermento
120 gr de infusión de leche con la piel de una naranja, ron y agua de azahar.
340 gr de harina de fuerza
150 gr de azúcar
15 gr de levadura fresca
2 huevos
60 gr de mantequilla pomada
3 cucharaditas de ron
6 cucharaditas de agua de azahar
Preparamos el prefermento la noche antes. Mezclamos bien todos los ingredientes y formamos una bola que dejaremos reposar, a temperatura ambiente, en un bol tapado con papel film. Deberá fermentar entre 8 y 12 horas.
Con el prefermento listo nos ponemos manos a la obra, o a la masa en este caso. Mezclaremos todos los ingredientes, incluido el prefermento, menos la mantequilla. Amasar bien hasta obtener una masa homogénea. Incorporar entonces la mantequilla y seguir amasando hasta conseguir una masa lisa y brillante. Tapar y dejar levar unas dos horas, hasta que doble su volumen. Pasado el tiempo de levado, volcamos la masa sobre una superficie enharinada y desgasificamos amasando ligeramente.
Con toda la masa saldrá un roscón gigante, así que dividiremos la masa en dos porciones. Reservamos una tapada y trabajaremos con la otra.
Formamos una bola y hacemos un agujero en el centro. Id abriendo la masa con cuidado de que no se abra ni rompa hasta darle forma de rosca. Colocar sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Hacemos lo mismo con la otra porción de masa que teníamos reservada. Pincelamos los roscones con huevo batido. Dejamos levar otras dos horas aproximadamente, hasta que doblen de nuevo su volumen. Yo los dejo dentro del horno apagado para evitar corrientes de aire.
Precalentar el horno a 240º.
Pincelamos de nuevo los roscones con huevo batido y decoramos con naranja confitada y azúcar humedecido con agua de azahar. Bajamos la temperatura del horno a 180º y horneamos durante 15 minutos con calor arriba y abajo y sin aire. Vigiladlos para que no se os quemen.
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
Si queréis rellenarlos tendréis que esperar a que estén fríos del todo antes de partirlos por la mitad. Separáis las dos mitades y rellenáis de lo que más os guste.