Además, este año lo he preparado con mi thermomix, pero podéis seguir la receta y prepararlo con panificadora, con cualquier robot amasador que tengáis, o incluso a mano, aunque aquí ya necesitaréis más tiempo y esfuerzo, porque estas masas enriquecidas son un poquito puñeteras, al principio se pegan un montón. Pero, nada, ¡¡que todo es animarse!!
Nosotros preparamos roscones para desayunar durante todo el año, aunque es verdad que la temporada fuerte es Reyes y Pascua {en Galicia es costumbre que los padrinos regalen un roscón a sus ahijados} y además, los roscones gallegos suelen ir aromatizados con licor de anís {sí, sí, el del mono} en lugar de con agua de azahar. Si no os gusta el anís, simplemente sustituidlo por el aroma que más os guste, aunque en casa es como triunfa, será cosa de que el hábito hace al monje. Vamos allá con la receta.
Roscón de Reyes {con calabaza}
Ingredientes para 1 roscón grande o 2 pequeños
Para el prefermento:
130 g de harina de fuerza.
70 g de leche.
10 g de levadura fresca de panadería.
1 cucharadita de azúcar.
Para el azúcar aromatizado:
120 g de azúcar blanquilla
piel de naranja {o ralladura}
piel de limón {o ralladura}
Para la masa principal:
el prefermento que hemos preparado antes.
120 g de azúcar aromatizado.
70 g de mantequilla.
2 huevos.
15 g de levadura fresca de panadería.
30 g de leche.
30 g de licor de anís {del Mono}.
200 g de puré de calabaza.
500 g de harina de fuerza.
1/2 cucharadita de sal.
Para decorar:
1 huevo batido.
azúcar blanquilla ligeramente humedecido.
almendras laminadas.
frutas confitadas al gusto.
Preparación:
1. En primer lugar preparamos nuestro prefermento. En un bol diluimos la levadura fresca en la leche ligeramente templada. Añadimos el azúcar y la harina, y amasamos un poco con las manos, hasta que se forme una bola de masa. Dejamos reposar en un lugar templado hasta que doble su volumen, entre 45 minutos y 1 hora, aunque los tiempos son orientativos, ya que depende de la temperatura ambiente y de la humedad.
2. Mientras tanto, ponemos en el vaso de la thermomix 120 g de azúcar blanquilla y las pieles de naranja y limón. Trituramos velocidad 5-10 durante 30 segundos. Reservamos en el propio vaso. Si no utilizamos la thermomix, podemos simplemente mezclar el azúcar blanquilla con las ralladuras de los cítricos y dejar reposar todo junto para que el azúcar tome los aromas.
3. Ponemos en el vaso de la thermomix donde tenemos el azúcar aromatizado la mantequilla, la leche y el anís. Programamos 2 minutos, 37º, velocidad 2. Entonces, añadimos la levadura y mezclamos 5 segundos velocidad 3, para que se deshaga la levadura.
4. Incorporamos el resto de ingredientes, menos la harina y la sal. Mezclamos 15 segundos en velocidad 5.
5. Entonces, ya por último, añadimos la harina y programamos 3-4 minutos en velocidad espiga.
6. Retiramos la masa del vaso y la ponemos en un bol ligeramente pincelado con aceite suave o mantequilla, lo tapamos con papel film y lo dejamos reposar en un lugar abrigado hasta que doble su volumen, yo lo dejé una hora y media.
7. Pasado este tiempo, desgasificamos la masa y le damos la forma que nos guste. Un roscón grande, dos pequeños; en forma de bolitas o la clásica del roscón {poned un aro pincelado con aceite en el medio para que no se cierre el hueco al crecer la masa}. Yo siempre lo hago con las bolitas colocadas en forma de flor, no sólo porque queda bonito y original, sino porque después me resulta muy fácil separar las porciones y congelarlas.
8. Pincelamos la masa del roscón con huevo batido, y volvemos a meter los roscones en el sitio abrigado durante otra hora y media, hasta que vuelvan a doblar su volumen. Cuando falte un poquito para que se cumpla el tiempo, precalentamos el horno a 190ºC, calor arriba y abajo.
9. Justo antes de introducir el roscón en el horno, pincelamos de nuevo con huevo batido y decoramos a nuestro gusto: azúcar humedecido {podéis usar más anís del mono}, almendras laminadas, frutas confitadas... a vuestro gusto.
10 . Yo hago dos roscones pequeños y los horneo 20 minutos a 190ºC con calor arriba y abajo. Justo hasta que están doraditos, para que se queden muy tiernecitos. Pero aquí, como digo siempre, tenéis que conocer vuestro horno y ajustarlo también a vuestros gustos.
11. Dejamos enfriar los roscones {si podemos resistir la tentación}. Si vais a congelar es mejor que lo hagáis inmediatamente, cuando está casi frío, para que al descongelarlo esté como recién hecho.